Un nuevo software desarrollado por Embrapa Swine and Birds (SC) evalúa y fortalece la biomariguridad – el conjunto de prácticas que protegen los rebaños contra enfermedades, en granjas de producción porcina. Llamada BiosSui, el sistema fue probado en el campo en Paraná, uno de los principales centros de cerdos del país. La herramienta genera indicadores de adecuación y organiza recomendaciones de mejora en el sistema productivo y se puede utilizar para apoyar la toma de decisiones de productores, gerentes y técnicos de agroindustrias y agencias de defensa de la salud.
El software permite la recopilación de datos en forma web y proporciona paneles, mapas, informes de rendimiento y recomendaciones de mejora. Las explotaciones se evalúan de acuerdo con 23 criterios de evaluación, incluidos los requisitos externos e internos de bioseguridad. Los criterios incluyen las características y procedimientos de infraestructura que son los principales pilares para proteger a las explotaciones de la entrada de patógenos. BioSsui es una tecnología que se embarca en los resultados de conocimiento e investigación desarrollado por Embrapa que resultó en recomendaciones técnicas y subsidios para la formulación de regulaciones de bioseguridad ya adoptadas en estados como Paraná, Mato Grosso do Sul y Rio Grande do Sul y Rio Grande do Sul y está en fase de implementación en otras regiones.
Brasil es uno de los mayores productores de cerdos
Brasil destaca en el mercado mundial de cerdos, como el cuarto mayor productor y tercer mayor exportador. Uno de los pilares de este protagonismo es el estado de salud del país, considerado libre de enfermedades importantes que amenazan la producción. Esta posición se debe a los esfuerzos de coordinación de la cadena de producción y de los organismos oficiales para garantizar el cumplimiento de los estrictos protocolos y normas de bioseguridad.
El uso de las medidas de seguridad son fundamentales para la protección de los rebaños, la reducción de las pérdidas, las mejoras de la productividad y el crecimiento sostenible de la cadena de producción. Así, la disponibilidad de una herramienta que permita una evaluación rápida y estandarizada de las condiciones de las granjas que orientan la toma de decisiones es de suma importancia para la industria porcina brasileña, dice el investigador Franco Muller Martins, líder del proyecto que desarrolló BiosSui.
Necesidad de adoptar una norma a escala
La idea de desarrollar la herramienta partió de la necesidad de protocolos para evaluar las buenas prácticas de producción en proyectos de investigación llevados a cabo por Embrapa Swine y Birds. Con respecto a la bioseguridad, la investigación indicó que no había una herramienta de evaluación, para el uso estandarizado a gran escala, adaptada al sistema brasileño de producción de porcino, dice Martins.
Así, con el uso de una metodología multicriteria de apoyo a la decisión, se desarrolló una herramienta que permite medir la bioseguridad, a través de criterios organizados a niveles de impacto. Así, además de evaluar los requisitos de cumplimiento absoluto (acuerdo/no cumplir), el software permite posicionar las explotaciones según el grado de adecuación de los criterios y priorizar las acciones de mejora que demuestren el impacto de las mismas en el indicador.
La herramienta permite una gestión individualizada o orientada a grupos de fincas, como cooperativas, unidades agroindustriales, entre otras, facilitando el análisis de cumplimiento, el ranking de explotaciones y la formulación de programas de mejora.
Validación tiene alianzas estratégicas
A principios de 2024, a través de talleres y encuentros técnicos realizados en el estado de Paraná, con el apoyo del Sistema Ocepar, en el que se discutieron las prioridades de investigación con la cadena productiva y entidades, Embrapa Suínos y Aves identificaron la oportunidad de validar la herramienta. Así, se establecieron acuerdos de cooperación con Frimesa y la Agencia de Defensa Agraria de Paraná (Adapar) junto con la Asociación de Forestales del Sur (APS).
Situada en el oeste de Paraná, Frimesa es una cooperativa central, una de las principales industrias de cerdos del país. Los cerdos sacrificados son producidos por cooperativas afiliadas – Lar, Copacol, Copagril, C.Vale y productores asociados y productores asociados. Adapar es la entidad responsable de la defensa fitosanitaria y zoosanitaria en Paraná. En la agricultura porcina, la entidad es responsable de la supervisión de las granjas para garantizar la ejecución de programas de salud nacionales y estatales, así como el cumplimiento de las normas de bioseguridad. Martins señala que las asociaciones eran una amplia base productiva para la validación del campo BiosSui.
Gracias a los acuerdos, el equipo de Embrapa realizó pruebas piloto con la herramienta, realizó ajustes y aprobó directrices a directivos y técnicos de campo vinculados a la cooperativa e inspectores de Adapar. En la etapa de validación, la interacción con los socios fue fundamental para ajustar los criterios a la realidad de las granjas que generaban mayor fiabilidad para la herramienta, explica el analista de Embrapa Marcos Morés, especialista en patología porcina, miembro del equipo del proyecto.Marcos Morés
El software BiosSui
El software consta de tres módulos principales: Evaluación, simulación de mejora y tableros. En el primer módulo, la situación de evaluación, la situación de la explotación se registra a través de un cuestionario, permitiendo calcular y evaluar los índices de bioseguridad
El segundo módulo se encarga de generar recomendaciones técnicas para la adecuación de las explotaciones. Esta funcionalidad permite al usuario simular el impacto que las mejoras en la infraestructura y la gestión de la finca pueden ejercer sobre el índice de bioseguridad.
El tercero, permite seguir los índices a través de paneles y mapas interactivos, facilitando el análisis tanto a nivel de propiedad como al grupo al que pertenece. Según el analista Geordano Dalmédico, que trabajó en el desarrollo de BiosSui, los paneles permiten a los gerentes tener acceso al panorama general y a la información detallada a través de la interacción con sus propios gráficos y mapas.
La herramienta también proporciona informes y permite la exportación de datos, para el análisis de resultados, con la aplicación de filtros y clasificación de resultados, con el fin de obtener información sobre la situación de las granjas. También permite exportar datos para análisis específicos en software estadístico, por ejemplo.
Bioseguridad: pilar de la cría de cerdos brasileño
Mantener la producción libre de enfermedades también representa una oportunidad estratégica para Brasil en el escenario internacional. El país es ahora uno de los mayores exportadores de proteínas animales del mundo, y su producción es reconocida por estar libre de enfermedades graves como la fiebre porcina africana (ASF) y el Síndrome Reproductivo y Respiratorio del SYS (PRRS).
Este estado de salud diferenciado es el resultado de la inversión continua en bioseguridad y vigilancia activa. Bioseguridad protege a las manadas de cerdo en varias capas. El trabajo centrado en la importación de animales y material genético tiene un alcance nacional y ha funcionado muy bien, resultado de un esfuerzo público privado que incluye protocolos y la Cuaresma de Cananeia, explica la investigadora Jalusa Kich.
“En Brasil, el servicio oficial de defensa veterinaria de defensa médica está coordinado por Mapa y ejecutado por los estados, y por qué estamos viendo este movimiento de estandarización mínima de bioseguridad en las granjas, en apoyo a los programas oficiales de salud, específicamente el Programa Nacional de Porcino de Sanidad (PNSS) y otros programas que incluyen cerdos”, Kich. Todas las granjas registradas en el servicio oficial están sujetas a esta norma y supervisión.
Otro de interés es la agricultura industrial porcino, tanto las granjas como las empresas deben participar en el avance de la bioseguridad como la protección de su negocio. A este nivel, además de la norma oficial, la comprensión técnica de las ventajas de mantener sanos los rebaños, evitar la entrada de enfermedades y mitigar el impacto de los patógenos endémicos, atribuye a la bioseguridad el estatus de protector de la ganadería nacional porcino, según los investigadores.
Los productores y agronegocios deben fortalecer los protocolos, considerando los principales puntos de riesgo en sus rutinas. Más que una práctica técnica, la bioseguridad se ha convertido en una estrategia nacional de protección y competitividad, refuerza Martins.
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