En 2025, el porcino mundial resiste la incertidumbre con leve alza; España ajusta producción, pero gana impulso por consumo interno y diversificación global
El mercado global del cerdo en 2025 atraviesa una fase de recuperación moderada tras los ajustes sufridos en el segundo semestre del año pasado. Aunque se observan señales de reactivación, persiste un clima de cautela debido al impacto prolongado del conflicto arancelario.
En Estados Unidos, los precios han registrado un importante repunte, impulsados por una oferta más limitada y una demanda interna que comienza a fortalecerse. En China, en cambio, el mercado muestra una evolución más contenida: tras los récords históricos alcanzados en años anteriores, los precios se han corregido y tienden ahora hacia una relativa estabilidad.
A escala mundial, el informe USDA de abril prevé un ligero crecimiento de la producción de carne porcina crecerá ligeramente (0,2?%), así como el empuje exportador de Brasil y el aumento de la demanda en el Sudeste Asiático.
En Europa, la situación comienza a estabilizarse tras varios años de caídas en la producción. Como consecuencia de la oferta limitada —y pese al aumento del peso al sacrificio— los precios están creciendo en los principales mercados. Esta tendencia podría estimular la producción en países como España, que se mantiene como el principal productor de la región y el tercero a escala mundial.
Destaca también el fuerte incremento de la producción en países como Polonia, Rumanía y Hungría, impulsado por notables mejoras en eficiencia productiva derivadas de inversiones en tecnología y sanidad animal.
España busca hacer frente a un panorama internacional incierto con una clara apuesta por la diversificación hacia mercados asiáticos. Esta estrategia está permitiendo amortiguar la caída de las exportaciones hacia Europa, que sigue siendo el principal destino de nuestras exportaciones.
En el ámbito nacional, el consumo ha aumentado un 3,5?%, gracias al crecimiento de la población y de la economía. También han influido la relativa estabilidad de los precios para el consumidor y el encarecimiento de la carne de vacuno, que ha hecho más atractiva la de cerdo.
Mientras tanto, el sector empresarial acelera su transformación: crece la concentración y la verticalización entre los grandes grupos, en un intento por ganar eficiencia, rentabilidad y reforzar su posición frente a los desafíos globales.
Situación internacional
En 2025, el precio del cerdo vive una recuperación tras un 2024 marcado por la caída de cotizaciones y el ajuste en la producción. Estados Unidos destaca con un alza importante en el mes de abril, lo que coloca los precios más de un 100?% en Iowa por encima de los mínimos de enero año anterior, impulsado por una menor oferta y una mejora en la demanda interna. En Europa, España y Alemania consolidan una recuperación gracias a una creciente tensión entre producción y consumo. En el caso español, los precios han subido más de 20 céntimos por kilo desde diciembre, aunque siguen por debajo de los récords de 2023.
China, que en 2024 registró precios extraordinarios —más de 275 céntimos por kilo en agosto—, ha corregido a la baja y ahora se estabiliza cerca de los 178 céntimos. En Brasil, el precio también ha retrocedido y ronda los niveles de principios de 2023, tras perder impulso exportador.
La coyuntura actual del mercado, marcada por señales de estabilización en varios países clave, está influyendo directamente en la mejora de las proyecciones para la producción mundial de carne de cerdo.
Según el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA), que actualizó en abril de 2025 sus estimaciones sobre el mercado mundial de carne de cerdo , la producción global alcanzaría las 116,680 mil toneladas el próximo año. Esto representa un leve incremento del 0,2?% frente a 2024, y supone una revisión significativa respecto a la previsión de octubre pasado, cuando se proyectaba una caída del 0,8?%.
El ajuste al alza refleja un entorno más favorable de lo anticipado seis meses atrás. Sin embargo, no todos los indicadores acompañan esta tendencia. La nueva proyección para la producción de animales vivos muestra una evolución inversa: si en octubre se esperaba un aumento del 0,26?%, ahora se prevé una contracción del 0,3?%.
Este retroceso se explica, en buena medida, por la revisión a la baja del censo de cerdas reproductoras. El USDA estimaba un crecimiento del 0,46?% en octubre, pero ahora prevé una disminución del 1,4 %.
La situación en China, el principal productor mundial, es determinante: aunque su volumen total de producción se mantendría casi inalterado —57.110 mil toneladas en 2025 frente a 57.160 mil en 2024—, se espera una fuerte reducción en el número de cerdas. El fenómeno responde tanto a una mayor productividad por animal como a la baja rentabilidad que sigue afectando a muchas explotaciones pequeñas, lo que está acelerando su salida del mercado.
En América del Norte, la producción crecería un 1 %, aunque este ritmo es menor al previsto en octubre. La moderación refleja el impacto de la incertidumbre generada por las nuevas políticas comerciales de la Administración Trump, así como el temor a posibles represalias internacionales y a un freno en el consumo interno.
La Unión Europea también mostraría una contracción, aunque más leve de lo que se proyectaba anteriormente. Entre 2024 y 2025, la producción porcina caería un 0,9?%, en lo que parece ser una señal de que el proceso de ajuste estructural del sector comienza a estabilizarse.
En el Sudeste Asiático, la recuperación continúa con fuerza. Se estima un aumento del 2,2?% en la producción para 2025, ligeramente por encima de las proyecciones de hace seis meses. Países como Vietnam y Filipinas están viendo los frutos de mejoras en sanidad animal y capacidad productiva.
Sudamérica se posiciona como una de las regiones con mejor desempeño proyectado. El USDA prevé un crecimiento del 2,5?%, impulsado en gran medida por Brasil, que continúa expandiendo su capacidad exportadora y afianzando su posición en los mercados internacionales.
En el otro extremo, el Este de Asia enfrentaría una leve contracción del 1?%. La revisión a la baja es más pronunciada que en octubre, y evidencia un estancamiento más profundo de lo previsto en Japón y Corea del Sur.
En conjunto, las nuevas estimaciones del USDA apuntan a un mercado global más ajustado y con menos excedentes disponibles para el comercio. La región sudamericana gana protagonismo como proveedora clave, mientras que Asia —especialmente el Sudeste Asiático— se consolida como un polo de demanda. Al mismo tiempo, los saldos más bajos en Europa y Norteamérica pueden reducir su margen exportador y generar presiones internas. Todo esto configura un panorama en el que las oportunidades y los desafíos estarán marcados esta campaña por las consecuencias que la guerra comercial abierta tendrá sobre la demanda y el comercio.
Por ahora, el informe del USDA prevé que las importaciones mundiales de carne de cerdo se mantendrán prácticamente estables en 2025, con un leve aumento del 0,1?% respecto a 2024. No obstante, esta aparente estabilidad global esconde movimientos importantes a nivel nacional.
México se consolidará como el segundo mayor importador mundial, con un crecimiento del 2?% interanual, impulsado por el aumento sostenido del consumo, que supera la capacidad de crecimiento de su producción local. Japón, en cambio, reducirá sus compras en un 1,8?%, reflejando una estabilización en el consumo y una preferencia creciente por cortes congelados más económicos, en un mercado donde la producción local sigue estancada.
China, que fue el gran protagonista en años anteriores, continúa su repliegue como importador. Tras la fuerte caída del 37 % en 2024, se espera un leve descenso adicional en 2025. Esta evolución confirma una transformación estructural del mercado chino, donde la producción interna ha logrado equipararse al consumo gracias a mejoras de eficiencia.
En el Sudeste Asiático, Filipinas y Vietnam destacan por un marcado incremento en sus importaciones debido a un consumo en alza que supera la oferta interna. Singapur también aumentará sus compras, dada su escasa producción local. En contraste, Corea del Sur recortará sus importaciones un 3,9?% como consecuencia de una leve caída en el consumo, manteniendo un equilibrio interno más ajustado.
Gran parte del crecimiento de las exportaciones destinadas al mercado asiático proviene actualmente de Brasil. En el primer trimestre de 2025, por ejemplo, las exportaciones de Estados Unidos han registrado caídas significativas: un 15 % menos hacia Japón y Corea, y más del 40 % hacia Vietnam y Malasia. Solo aumentaron las ventas a México, su principal destino, con un leve crecimiento del 5 %, así como a algunos mercados cercanos de Centroamérica y Colombia.
En destinos más lejanos, únicamente se ha observado un ligero repunte del 3 % en las exportaciones hacia China, tras años de fuertes reducciones, y un aumento puntual en mercados de menor peso estratégico para EEUU, como Filipinas. En conjunto, las exportaciones estadounidenses han descendido un 1 % durante este primer trimestre de 2025.
No obstante, la devaluación que está viviendo la moneda norteamericana y una desescalada del conflicto arancelario podría mejorar el desempeño de las exportaciones estadounidenses en 2025.
En contraste, las exportaciones europeas han aumentado un 3 % en el mismo periodo, aunque siguen representando la cifra más baja desde 2014. Este incremento se debe en gran medida al repunte de los envíos hacia China —el principal mercado europeo en volumen— que han crecido en 30.000 toneladas. Sin embargo, este avance se ha visto parcialmente compensado por la caída de 15.000 toneladas en las exportaciones al Reino Unido, segundo destino en importancia, así como por retrocesos en otros mercados clave como Japón o Corea.
Situación del mercado europeo
La evolución de la producción de carne de cerdo en la Unión Europea, medida en años móviles de marzo a febrero, muestra una tendencia claramente descendente desde el ejercicio 2021/22. Sin embargo, en el último periodo disponible (2024/25) se observa un leve repunte del 0,8%, lo que podría apuntar a una cierta estabilización tras varios años de retroceso.
España, que ya se ha consolidado como el mayor productor de carne de cerdo en la UE, presenta una evolución relativamente estable. En 2024/25 registra un crecimiento muy moderado del 0,2 %, alcanzando las 4.933,61 mil toneladas.
Alemania, que durante años lideró la producción en Europa, parece haber frenado su proceso de ajuste y registra un leve aumento de su producción del 1,1 % en el último año, aunque su volumen total sigue por debajo del de España, con 4.292,44 mil toneladas.
Dinamarca muestra una recuperación notable tras la fuerte caída sufrida en 2023/24, con un crecimiento del 3 % en 2024/25, mientras que Francia mantiene una trayectoria prácticamente plana, con un ligero repunte del 0,3%. Polonia destaca por su fuerte crecimiento interanual del 6,2%, lo que podría deberse a una reactivación del sector o a mejoras en su eficiencia productiva.
En 2025, la producción porcina no solo está creciendo en Polonia, sino también en Rumanía (+10 %) o Hungría (+4 %), impulsada por inversiones de capital extranjero que buscan aprovechar ventajas estructurales como la abundancia de cereales, la disponibilidad de mano de obra y condiciones agroclimáticas favorables. Estas inversiones se han orientado hacia infraestructuras modernas y tecnologías avanzadas para el manejo y la bioseguridad, lo que ha contribuido significativamente a la reducción de los brotes de peste porcina africana en cerdos domésticos, que disminuyeron un 83 % en la Unión Europea durante 2024
En contraste, los Países Bajos experimentan la mayor caída, con un descenso del 7,5 %, probablemente vinculado a políticas de reducción de la cabaña ganadera y a las crecientes exigencias medioambientales.
PUBLICADO POR: Pablo Resco Sánchez https://www.plataformatierra.es/mercados/informe-actualidad-mercado-porcino-2-cuatrimestre-2025-reajustes-oportunidades