Suplementar es añadir a la alimentación de pastoreo ciertos productos para enfrentar las deficiencias de minerales, proteínas o energía que los pastos puedan tener.
En época seca, cuando las pasturas disminuyen su cantidad, los ensilajes de maíz de alto valor energético junto con el concentrado (balanceado) serán los más apropiados para mantener una óptima producción de
leche.
La aplicación de una suplementación debe ser sobre todo rentable, para lo cual hay que utilizar los recursos existentes en el entorno de la finca.
A manera de ejemplo, mencionamos algunos subproductos que normalmente se usan en algunas zonas:

  • Residuos de naranjas y otros cítricos.
  • Rechazo de banano.
  • Follaje de zarandaja.
  • Suero de leche.
  • Melaza.
  •  Taralla de maíz.
  • Algarrobo.
  • Hoja de camote.
  •  Residuos de hortalizas.

Administración de sales mineralizadas.

A un lado del comedero debe colocarse un salero que contenga una concentración equilibrada de sales mineralizadas para consumo de los animales. Se debe estar seguro de que todos los animales han consumido al menos 80 gramos diarios de sal mineralizada (más o menos un puñado de sal). Si se trata de vacas en producción, el consumo diario deberá ser de al
menos 100 gramos. Los minerales que se requieren en mayor proporción son el
fósforo y el calcio.

 

 

 

 

 

 

Administración de agua limpia a voluntad.

Los animales deben disponer de agua limpia y fresca para consumir a voluntad durante todo el tiempo. El agua estimula el apetito, ayuda a la digestión e incrementa la producción de leche. Una vaca bebe diariamente de 50 a 60 litros y un ternero consume de 15 a 20 litros al día de agua limpia. La falta de agua o la presencia de aguas servidas o contaminadas afectan directamente al ganado y provocan debilidad, parasitosis y enfermedades infectocontagiosas como brucelosis y salmonelosis.

Autor:

PROGRAMA REGIONAL ECOBONA /DEPROSUR, EP

 

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