Un pastoreo con mucho retraso produce pérdidas de forraje, ya que los animales no consumen bien el material fibroso.

El manejo de pasto es importante, pues los pequeños, medianos y grandes productores se dedican a la actividad ganadera, la cual es fundamental para la producción de leche. Por lo tanto, estos sistemas de pastura pueden ser instalados en la sierra – donde las condiciones muchas veces son adversas – porque significan el sustento para poder alimentar a las vacas, sin ello no se puede generar una buena productividad.

En zonas donde los pastos están depredados, existen malos manejos de los pastos cultivados, pues se nota la pobre o mala condición de estos, la cobertura vegetal es baja a causa de los deficientes manejos; por consecuencia, se refleja en una baja producción. A veces, no se toma en serio la actividad ganadera, sobre todo el manejo de los pastos, por eso hay poca productividad de las vacas. Incluso, hará que estos pastos tengan un corto período de duración (3 a 5 años), pues no se les ha brindado una adecuada valorización. Como resultado, los productores tendrían que cambiar sus sistemas de pastos. Se deben tomar en cuenta buenas prácticas de manejo, como estimar el primer corte de 90 a 120 días después de la siembra, realizar pastoreos rápidos con vacunos, llevar a cabo un corte manual con hoz, deshierbo manual y/o químico, fertilización y riego.

Pastoreo de pastos cultivados

El pastoreo de pastos cultivados debe realizarse – sobre todo el primer corte de establecimiento – a los tres meses de establecido el cultivo o cuando haya alcanzado su período vegetativo (crecimiento del cultivo hasta la semillación), para ello se toma en cuenta el estado físico de la planta (vigor y macollos de la planta). Si se realiza el primer pastoreo a los tres o cuatro meses en un lugar donde hay pocas hectáreas de terreno con gran cantidad de pasto, lo ideal sería cortarlo.

Sistemas extensivos con manejo de cercos eléctricos

El manejo de cercos eléctricos impide que las vacas sobrepasen el lugar que les asignan los productores y les permite consumir el forraje especialmente cortado. Pero, para aplicar correctamente dichos sistemas, existen ciertas condiciones para conocer cuánto es el consumo del animal por ración. Algunas veces, a pesar que se disponen grandes extensiones de terrenos de pastoreo, los productores instalan sistemas de cercos eléctricos, tomando en cuenta también la población de vacas que hay en una zona específica. Si no se colocan dichos cercos y los pastos se dejan a libre exposición, el vacuno consumirá solo los pastos que percibe agradables, ya que es muy selectivo. Por otro lado, los pastos que no les agradan los dejarán de consumir y como consecuencia, estos envejecerán y se dará un retraso en el rebrote de los pastos.

Hay una regla para saber cuánto se debe aprovechar el pasto. Generalmente, es cuando esta hierba alcanza una altura de aproximadamente 25 cm a 30 cm, teniendo en cuenta que el pastoreo de plantas muy jóvenes lleva a daños causados por pisadas y muchas son arrancadas del suelo por no estar suficientemente enraizadas. Un pastoreo con mucho retraso produce pérdidas de forraje, ya que los animales no consumen bien el material fibroso.

Frecuencia de cortes y/o pastoreo

La frecuencia de pastoreos debe ser no menor a 40 días ni mayor a 50, por lo que el cultivo en esta fase se encuentra con un mayor volumen forrajero y calidad nutritiva. Pasado este período, la planta se envejece, se lignifica, pierde su valor nutritivo, baja su velocidad de rebrote y por consiguiente tendremos un menor número de cortes por campaña y una baja producción forrajera. Existe otra forma de aprovechar y manejar mejor la pradera, que es destinándola al corte manual. Con esta práctica se obtienen mejores resultados en producción forrajera, aumenta el número de cortes por año, debido a que no existe un maltrato por pisoteo del ganado al momento del pastoreo.

Fase 1: El pasto está consumido hasta el ras del piso y las pequeñas hojas que crecerán tendrán que realizar el período de fotosíntesis. Como son hojas pequeñas, su crecimiento demorará más tiempo.

Fase 2: Período en el cual las hojas ya se han constituido, ha crecido el tallo y hay mayor adaptación; por lo tanto, existe una acumulación de reservas. En esta fase, al igual que en la primera, aún las vacas no deben pastorear.

Fase 3: En esta etapa las hojas ya cuentan con muchas reservas y la zona esta apta para que se realice el pastoreo.

Recuperación de pastos

El período de rebrote puede ser de hasta 1.2 cm/día en promedio. Cuando se realiza un pastoreo demasiado severo, el rebrote de los pastos es muy lento. Pero, si se hace un pastoreo controlado, el retorno del pasto puede ser tal cual lo indicado anteriormente.

Formas de recuperación

Con labranza mínima: Consiste en realizar la pasada de un arado tipo tiller y/o yunta de animales cuando la pradera esté húmeda y haya sido pastoreada.

Con labranza cero: Consiste en realizar un sobre pastoreo a la pradera, la misma que debe estar húmeda. Luego, se debe aplicar la semilla del Rye Grass al voleo de preferencia en los lugares donde no exista cobertura vegetal. La utilización de la pastura se realizará pasados los 60 a 80 días después de la resiembra, realizando un pastoreo ligero.

Factores de la pastura que afectan la calidad de los pastos

Digestibilidad de la pastura: Es el porcentaje de energía disponible para el animal luego de las pérdidas fecales. Las partes digestibles de la planta son los carbohidratos solubles, almidones, ácidos orgánicos, proteínas, celulosa (fibra).

Energía total: Es el segundo parámetro al considerar calidad de alimento. Las proteínas no limitarán la performance del animal cuando se usan leguminosas para fijación de nitrógeno. La fibra aumenta su nivel al máximo a la madurez de la semilla (indigestible). El brote vegetativo tiene bajos niveles de fibra. La calidad de la pastura puede ser medida por el volumen de hojas de la pastura. El pastoreo controlado produce niveles más altos de proteína digestible y energía.

Indicadores de fertilización complementaria

Cuando observamos rendimientos inferiores a los que venían produciendo, cuando encontramos áreas libres (menor cobertura), y/o cuando existen plantas con hojas de color rojo oscuro, significa que hay una deficiencia de nutrientes. Entonces, debemos adicionar fertilizantes para poder mejorar los pastos.

Se recomienda llevar a cabo la aplicación de fertilizantes químicos después de cada corte, cada dos cortes o trimestralmente. Si la fertilización de mantenimiento se realiza con fertilizantes orgánicos, debemos fraccionarlos en dos épocas, donde el 50% se deberá aplicar con la presencia de las primeras lluvias y el otro 50% con las últimas lluvias de la temporada; práctica que se recomienda realizar continuamente.

Producción de pastos cultivados

TM/ha/año de F.V.

Para la producción de M.S., se multiplica por 0.20 al ser los pastos cultivados menos fibrosos y tener más o menos 20% de materia seca al momento de la cosecha.

Producción de pastos cultivados: 16 TM/ ha/año de M.S. La eficiencia de utilización del pasto cuando los animales pastorean es del 70%, el 30% restante queda en el campo como pasto ‘sucio’, pisoteado o residuo para el rebrote. Por lo tanto, la carga animal se estima de la siguiente manera (ejemplo):

Autor (es): ING. JAIME VALENCIA BARCENA
DOCENTE EAP DE INGENIERIA ZOOTECNICA – UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS (UAP)

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