El aporte del campo y del complejo agroalimentario «será clave» este año «en una economía necesitada de divisas», según un informe de la Fundación Mediterránea, que prevé un flujo «entre 6 y 13 por ciento» inferior al de 2015 por menores precios internacionales.

El informe publicado por la agencia DyN indicó que se proyecta un flujo de divisas de entre 23.200 millones y 25.200 millones de dólares para 2016, según sea el escenario que prevalezca en productos del complejo sojero. «Considerando un flujo estimado de 26.700 millones para 2015, se tendría un ajuste de entre 1.500 y 3.500 millones de dólares (entre 6 y 13 por ciento)», calculó.

Para realizar las proyecciones, el análisis toma como escenario base un ciclo 2015/2016, con una producción estimada en 103,3 millones de toneladas (consolidando granos de soja, maíz, trigo, girasol, sorgo, cebada y maní). En este contexto, pronosticó que los ‘agro-dólares’ (divisas provenientes de exportaciones vinculadas a granos y sus principales derivados) «volverían a reducirse básicamente por la estabilización de precios internacionales en niveles inferiores a los del 2015».

Precios

según la Fundación Mediterránea, el escenario base de precios para el 2016 supone valores medios de venta esperados «por debajo de los precios medios efectivos del 2015, ajustes de entre 5 y 15 por ciento en la mayoría de los casos donde se cuenta con más información para proyectar».

En este sentido, precisó que, según los registros de aduana, el precio medio de exportación del grano de soja del 2015 se aproximará a los 367 dólares la tonelada, mientras que el valor 2016 con el que se trabaja como escenario base se ubica en 325 dólares (un ajuste del 11 por ciento) Según el análisis, «un tercer factor que podría influir es algún cambio en las existencias de soja o en las de otros productos derivados (en particular harina de soja) respecto del 2015».

El estudio consideró «no parece exagerado pensar que al menos 6-8 millones de toneladas de soja (sumando porotos y harina equivalente grano) están siendo mantenidas en la constitución de reservas que excederían las necesarias para evitar sobresaltos en materia de provisión (a nivel de la industria) o las que los actores del negocio solían disponer a los fines de diversificar su portafolio de activos o por otros motivos».

«La nivelación del tipo de cambio en un valor realista con las capacidades de exportación en particular de economías regionales e industrias sustitutas de importaciones, junto con la percepción que se avanza hacia la estabilización macroeconómica a partir de un programa fiscal y monetario consistente, parecen ser dos condiciones sine qua non para la liquidación de existencias y la generación de divisas comerciales adicionales a las que aportarán los flujos de la nueva campaña agrícola», concluyó.

 

 

 

Fuente: Noticias Agropecuarias | ElProductor.com

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