Son considerados materiales resistentes para la construcción. Las plantaciones crecen en el país.

En Ecuador existen alrededor de 46 especies de bambú que crecen desde el nivel del mar hasta los 4.000 msnm, de las cuales las variedades guadúa y bambú gigante (Dendrocalamus Asper), son las más fuertes por lo tanto son muy usadas en construcción.

Germán Villarreal, productor y participante en los premios Sacha 2017, manifestó que los bosques de bambú, de los que hay alrededor de 30 mil hectáreas en el país, ofrecen muchos beneficios ambientales. Cada hectárea atrapa 12 toneladas de CO2 al año; son bombas de agua, es decir que absorben el líquido durante el invierno y lo sueltan en verano para mantener la humedad en el suelo; ayudan a regular los caudales hídricos y, por la forma en como se construyen sus raíces, fortalecen los suelos evitando la erosión y que sean minados por los ríos.

Pero además, como son bosques permanentes, porque cuando se cosecha no se tala en su totalidad, sino que únicamente se cortan los troncos con la medida apta para su uso, son el sitio adecuado para la vida silvestre en la que se destacan las guantas, las guatusas y una gran variedad de reptiles y aves, sobre todo las migratorias que encuentran en estos bosques un sitio de protección y de descanso; pero además es un generador de materia orgánica porque las hojas, ramas y todo lo que queda después de la cosecha se reincorpora al suelo como materia orgánica.

Resistencia

Del total de bosques de bambú en el país, 4.000 hectáreas corresponden al bambú gigante, especie introducida de Asia, que junto con la caña guadua, aptas para la construcción, crecen desde los 0 hasta los 2.000 msnm, aunque su mayor rendimiento se consigue entre los 200 a los 1.000 msnm, teniendo de preferencia zonas con humedad o con un invierno de 3 o 4 meses continuos, explicó Germán Villarreal, que desde hace 12 años mantiene una plantación en el cantón Pedro Vicente Maldonado, al noroccidente de Pichincha.

EL DATO
En el país hay vestigios de que la cultura Jama-Coaque usó las especies nativas del bambú y la guadua para sus construcciones.
Para conseguir el tallo adecuado para industrializarlo y comercializarlo hay que esperar por lo menos 10 años desde la siembra inicial, dijo Villarreal que contó que lo que le motivó a cultivar el bambú gigante es porque sus bosques son más manejables y porque de sus individuos se obtienen bloques de madera, tablones, tablas, tableros laminados… para la construcción sismoresistente.

Producción sostenible

Los premios Sacha buscan buenos manejos forestales a nivel nacional con el fin de que los materiales que se usan en la industria y comercialización salgan de plantaciones con buenos manejos forestales.

De esa manera se evita la ilegalidad y la deforestación de los bosques nativos, dijo German Villareal, productor de bambú.

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