Foto Internet / Marlene Bernal

Bajo el título Cómo organizar la finca lechera en tiempos de crisis, Fepale la organización que tiene como principal objetivo promover el desarrollo de la cadena láctea de toda Latinoamérica organizó un webinar para los ganaderos. Dada la importancia del tema ELPRODUCTOR.COM logró entrevistar al expositor y consultor Argentino Fernando Ravaglia.

¿Se puede decir en este momento que hay crisis en el sector lechero?

Debido a la pandemia de COVID 19 el consumo de productos lácteos se encuentra deprimido a nivel global.

Las actividades de cuarentena y aislamiento social han provocado una merma en todos aquellos productos que se destinaban a restaurantes, pizzerías o casas de comida y hoteles, y aquellos que siguen consumiéndose en forma particular por las personas aisladas en sus casas se ha ido limitando a la leche fluida y los derivados de menor valor debido a la falta de ingresos de los consumidores que deben “estirar” sus ahorros hasta que se retorne a las actividades laborales habituales.

¿Cómo Manejar la situación ahora?

Es importante cuidar la liquidez financiera de la empresa y si se debe vender animales para cubrir aspectos económicos dedicar una parte del capital a recomprar animales jóvenes que nos permitan reiniciar el flujo de fondos cuando haya pasado el momento crítico.

¿Cuáles deben ser los principales retos ahora?

Hoy los principales retos pasan por poder mantener en funcionamiento las empresas lecheras partiendo de la base de que la leche es algo que no se pueda guardar o almacenar demasiado tiempo con lo cual los productores están en la disyuntiva de seleccionar y secar las vacas menos eficientes y mantener el nivel de producción acorde con la demanda de las industrias con las que trabajan.

El otro desafío pasa por cuidar muchísimo la economía de cada empresa, presupuestar el funcionamiento de las mismas considerando un escenario de precios deprimidos y demanda caída por lo menos hasta el mes de septiembre y tanteando la marcha de la pandemia y la reactivación de la economía en cada país, algo que no creo que se pueda revertir demasiado rápido. En este aspecto, lo que vaya pasando en Europa nos puede dar una pista de cuánto tiempo toma volver a la normalidad de las actividades.

El tercer punto tiene que ver con las personas y pasa por cuidarse y no enfermarse, ya que sería muy fácil que se contagiaran todos los trabajadores y no se podría seguir adelante con las tareas de ordeño, cuidado y alimentación de los animales.

Una vez que se pase la pandemia, ¿todo será igual o cómo podemos tomar esta lección para mejorar el sector?

Las crisis dejan siempre enseñanzas, esta crisis en particular pone de relieve la importancia de trabajar tratando siempre de construir algún fondo de reserva económico financiero y no jugar al límite de nuestros recursos.

Los problemas financieros, la depresión del comercio, han tenido impacto en toda la cadena de pagos además de haber achicado el flujo de fondos y todas las empresas están enfrentando el dilema de mantenerse en funcionamiento con el menor gasto posible y recurriendo a reservas que en muchos casos no existen.

Otra lección importante pasa por hacer notar a la población urbana que se puede prescindir de muchos bienes pero no se puede prescindir de los alimentos.

Esto como para poner de relieve que así como la tarea importantísima del sector de la sanidad y las fuerzas de seguridad no se pueden detener en una crisis, tampoco puede el sector rural dejar de trabajar ya que todos los demás sectores dependen todos los días de la constante provisión de alimentos

 “Tener que pasar una situación difícil es algo malo, pero mucho peor es pasar por dicha situación y no aprender nada de ella. ¿Por qué?, porque lo más probable es que en el futuro las circunstancias se repitan y volvamos a tropezar con los mismos obstáculos”.

Recomendaciones en este momento

A nivel de predios o de empresas dedicadas a la producción de leche se proponen las mismas medidas de aislamiento que para cualquier fábrica ya que no nos podemos dar el lujo de que se enfermen las personas dedicadas al ordeño porque no se podría seguir adelante con los trabajos de cuidado de la hacienda.

Por esto se sugiere el aislamiento y la mínima circulación de personas ajenas a las lecherías (los establecimientos productivos), exigiendo el uso de tapabocas, higienizándose constantemente las manos y tratado de minimizar el contacto con personas en centros urbanos. Las condiciones de higiene y tapabocas también se exigen para los empleados del hato lechero cuando deban trabajar en contacto cercano.

Fuente: El Productor / www.elproductor.com

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