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1. Generalidades

El cultivo de trigo se encuentra afectado por numerosas plagas que de una u otra manera terminan incidiendo en el rendimiento final. Este cereal de invierno, el más importante de ellos, es atacado por gusanos de suelo que se encuentran buena parte del año enterrados alimentándose entre otras cosas de las raíces de las plantas, luego en el verano se transforman en escarabajos que es su estado adulto. Si bien es cierto que existen diferencias entre las fechas de siembra según la zona donde se lo cultive, es factible encontrarse en los meses de invierno con estos problemas. Los gusanos blancos, se encuentran presentes en el campo desde marzo (larvas del 1er estadio), pero es desde fines de abril, mayo y junio cuando pasan al 3er y último estadio larval, donde adquieren el máximo tamaño y se produce la mayor demanda de alimentos (daños al cultivo). Este estadio es el mas largo y se extiende hasta fines de octubre, principios de noviembre, cuando se transforman en pupa y finalmente en escarabajos adultos que emergen del suelo en diciembre (ver grafico N 1). De acuerdo a relevamientos realizados en distintos lugares del país por EEA de INTA y Facultades de Ciencias Agrarias, se concluye que las especies mas abundantes son: Diloboderus abderus (Bicho torito o candado); Cyclocephala signaticollis (escarabajo rubio) y luego en menor medida otros como Dyscinetus gagates, Philocloenia bonariensis, Anomala testaceipennis.

2. Características de los escarabajos:

Comprende una enorme familia, con especies de tamaño variable ya que pueden encontrarse insectos pequeños y otros muy grandes.

Usualmente son anchos redondeados y convexos. No están colorados brillantemente, aunque si hay algunas excepciones.

Presentan patas largas espinosas, las tibias del primer par de patas son un poco más anchas, planas provistas de dientes en forma de rastrillo en el borde exterior.

Antenas lameladas es la característica general de la familia, estando estrechamente juntas las 3 a 7 placas de la clava antenal.

El protórax es grande, tan ancho como los élitros, frecuentemente con poderosas proyecciones en forma de cuerno.

El extremo del abdomen generalmente queda expuesto cuando las alas cubren el cuerpo.

Los hábitos alimenticios dividen a la familia en varios grupos, unos son fitófagos donde los adultos destruyen el follaje y las larvas se alimentan de las raíces de los cultivos. Existen escarabajos estercoleros, donde tanto las larvas como los adultos se alimentan de la materia fecal de los mamíferos, otros también son geófagos en estados inmaduros, y también existen individuos dentro de la familia que se nutren de hongos o materia vegetal en descomposición.

3. Diloboderus abderus (bicho torito)

El adulto alcanza a medir 25 mm. de longitud. Es de color castaño oscuro, casi negro, con la cabeza y pronoto brillantes. En el macho la cabeza se presenta dotada de un largo cuerno curvado, poseyendo en la parte basal posterior una almohadilla de pelos dorados. El pronoto está elevado en su parte central, con una saliencia bífida vuelta hacia delante; densamente pilosa en su parte anterior.

Los élitros son del mismo color del cuerpo, pero opacos.

En el caso del macho se encuentran soldados en la línea media, no pudiendo de esta manera realizar vuelos. La hembra no presenta estas transformaciones cefálicas ni toraxicas, por otra parte sus élitros no están soldados, por lo que está capacitada para volar.

Las hembras desovan en las grietas de la tierra, pudiendo colocar allí hasta 60 huevos o mas. Los “toritos” viven hasta dos meses en su hábitat aéreo donde se aparean. Los adulto del “Bicho torito” se alimentan de sustancias vegetales muertas o excreciones animales secas.

En aquellos suelos donde se practica la labranza convencional, la presencia de los “gusanos blancos “ha sido diezmada por aves insectívoras, otros enemigos naturales y los factores ambiéntales predisponentes como ser la desecación o la fuerte radiación solar.

La acción perjudicial de estos “ gusanos blancos ” tan abundantes en suelos de cultivos extensivos, consiste principalmente en el humus que sustraen a la alimentación de las plantas dejando como saldo favorable el calcio soluble que liberan en sus excrementos y el aire que incorporan al suelo con su constante deambular que también favorece el movimiento del agua.

Las larvas de estos escarabajos construyen una galería que puede llegar a mas de 30 cm. de profundidad y 20 mm. de diámetro. Mientras la larva esta activa esta galería se mantiene limpia. El tercer estadio larval presenta la máxima voracidad, ésta comienza alimentándose de semillas y raíces, éste daño es difícil de percibir en el campo, pero las plantas son fácilmente extraíble y cuando falta agua éstas se ven mas afectadas que el resto del cultivo. (INTAOLIVEROS)

Es importante consignar que su alimentación básica es tierra, son geófagos, por eso se observa claramente en la zona abdominal la tierra digerida, el problema es que para obtener ese alimento realiza esas galerías donde “arrasa” con todo lo que tiene en el camino y es allí donde puede consumir raíces dañando el cultivo.

4. Cyclocepahala sp (Escarabajo rubio)

Los adultos son de coloración castaño claro. Las hembras tienen menor tamaño que los machos, a diferencia de D. abderus, ambos adultos (hembra y macho) vuelan y pueden ser comúnmente encontrados bajo las luces (atrayentes) en las noches cálidas de verano. Su ciclo es anual, y tiene tres estadios larvales. Los adultos comienzan a ser observados en noviembre y siguen activos inclusive en el mes de enero. Depositan los huevos entre diciembre-febrero.

A diferencia de D. abderus, las hembras para realizar la oviposición son indiferentes al tipo de suelo y además depositan los huevos en cámaras de forma individual.

5.¿Cómo reconocer éstos gusanos?

El bicho torito en su estado juvenil presenta larvas de color blanco, típicamente escarabeiforme en forma de “C” o “J”, posee solo tres pares de patas en la región toráxicas, ellas son largas y del mismo color que la cabeza. No posee patas en el resto de cuerpo.

La cabeza se presenta bien desarrollada, fuertemente esclerosada, con mandíbulas prominentes, de color rojiza, del mismo ancho que el resto del cuerpo, indicando un aparato bucal típicamente masticador.

El abdomen es transparente con numerosas cerdas, oscurecido por la acumulación de materia orgánica, la cual resulta su principal fuente de alimentación. En el tercer estadio larval alcanza su máxima voracidad. Los adultos hacen su aparición en el mes de diciembre e inician la actividad reproductiva; las hembras colocan los huevos en galerías que cavan en el suelo entre restos vegetales manifestando marcada preferencia por oviponer en suelos compactos (no removidos), beneficiándose por la siembra directa durante los meses de enero, febrero y marzo. Presentan dimorfismo sexual la hembra es de color pardo oscuro, en tanto que el macho es negro y presenta un cuerno (prolongación cefálica) y una apófisis en el protórax que le dan la forma de candado.

6. ¿Podemos anticiparnos al problema?

Como explicamos anteriormente estos gusanos están en el suelo desde el mes de febrero o marzo según latitud, de manera que antes de iniciar los trabajos de siembra es factible realizar alguna tareas que pueden darnos algunas pautas y ver qué decisión tomar.

  • Es posible observar en la superficie del terreno la presencia de pequeños montículos o cúmulos de tierra removida, producto de la construcción de galerías por parte de la larva. Se ven mejor después de la lluvia ya que la larva reconstruye su galería, renovándose el montículo con tierra húmeda (Ianonne INTA PERGAMINO).
  • Los montículos de tierra puede ser realizados también por grillos, por lo que se recomienda buscar las galerías pudiendo pasar una pala ancha en forma rasante y observar los agujeros o bocas de dichas galerías.
  • Finalmente la confirmación definitiva de la presencia de gusanos blancos consiste en hacer un pozo con pala de punta (25 x 50 cm. en superficie y 30 cm. en profundidad) en lugares bien distribuidos en el lote. Los gusanos se presentan en “manchones” agrupados y son abundantes en gramíneas naturales, como también es factible encontrarlos en los bordes.
  • Existen Umbrales de Daño Económico (UDE) establecidos, fijándose este valor en 5 ó 6 larvas / m2. recomendándose realizar aplicaciones solo cuando se superen esos valores.

7. No todos “valen” lo mismo.

Al momento de realizar el recuento de larvas no todas tienen el mismo impacto sobre el cultivo, es importante diferenciar a Diloboderus abderus (Bicho torito) del resto, para ello se debe considerar las siguientes observaciones;

  • La larva del bicho torito es de un tamaño marcadamente mayor a la del resto de las especies.
  • La cabeza de la larva del bicho torito es de color rojiza y de un ancho similar al cuerpo, mientras que en el resto de las especies la cabeza es de color castaño y notoriamente mas angosta.

8. Distribución espacial al momento de monitorear:

  • Los gusanos blancos se disponen en forma agrupada dentro del lote por lo que la cantidad de muestreos dependerá del tamaño del lote, de la cantidad de insectos encontrada en los sucesivos muestreos, y del umbral de daño de cada cultivo. Dicho de otra manera, el número óptimo de muestras por lote, será aquel que en muestreos sucesivos ya no modifiquen el promedio obtenido hasta ese momento o la decisión adoptada.
  • Los gusanos alambres y curculionidos, presentan una distribución mas homogénea dentro del lote.
  • En todos los casos la distribución es mas homogénea cuanto mayor es la población/ m2.

Generalmente no recomendamos la propuesta de realizar pozos a una determinada profundidad y frecuencia por superficie de lote. Es una tarea que casi nunca se practica, implica un esfuerzo y un tiempo empleado que ningún productor y/o asesor está dispuesto a realizar.

Por lo tanto el monitoreo previo a la siembra que puede combinarse con la recorrida por malezas en barbechos de invierno, es un muy buen momento para observar montículos en superficie y hacer un relevamiento, suponiendo que por cada uno de ellos tendremos un potencial gusano blanco cercano al nivel del suelo.

9. Daños:

Los daños se hacen más evidentes y son mayores en situaciones de sequía, períodos en los que se favorece la multiplicación y sobrevivencia de las larvas. Como el desplazamiento de larvas es limitado, el daño se observa en manchones que, en praderas, se agrandan de un año a otro.

  • Trigo: 4 larvas/m2 pueden causar 10% de pérdidas (laboreo convencional).

Siembra directa: en trigo 50 larvas/m2 registraron un daño de 13 plantas/m2, ~5% en una población de 250 plantas/m2. Los daños fueron mayores en siembra directa en ausencia de rastrojo que en laboreo convencional. ( Cibilis Stewart, R. INIA 2020)

Cebada: en siembra directa, una densidad de 25 larvas/m2 tiene el potencial de afectar significativamente la implantación.

  • Aunque los niveles de daño son parámetros relativos en la toma de decisiones, ya que varían de acuerdo a las especies sembradas, en cereales de invierno una población de 5-10 larvas/m2 puede causar pérdidas >10%.

10. Control químico

Respecto al control químico es importante destacar la posibilidad de la utilización de terápicos de semilla.

Esta técnica se presenta como una alternativa válida ya que la larva se intoxica cuando trata de comer la plántula.

Con ello le estamos dando a la semilla y la plántula la importancia que se merece, protegiéndola no solo de insectos de suelo sino de aquellos de aparición posterior como el pulgón verde.

El impacto de una alta población de insectos de suelo se verá reflejado en una disminución del stand de plantas y esto puede derivar en tratamientos correctivos de cobertura total, los cuales son de muy baja efectividad para este tipo de plagas.

Sin embargo Frana e Imwinkelried (1996) observaron que el control con distintos insecticidas aplicados a la semilla nunca superaron el 70% de control, por lo que ante poblaciones superiores a 20 larvas por m2 las que quedarían vivas superarían los umbrales de daño recomendados y por lo tanto habría riesgo de pérdida en los rendimientos

  • En base a estos resultados es importante destacar la necesidad de ejecutar muestreos previos a la siembra a fin de evaluar si se justifica la aplicación de medidas de control mediante terápicos de semilla.
  • En cultivos con labranza convencional (con frecuencia de problemas de bicho torito casi nula, a excepción de una reciente salida de pastura), la tecnología de control consiste en la incorporación del insecticida al suelo mediante la remoción del mismo después de la aplicación.
  • Una vez realizado el daño en el cultivo, no son recomendables las aplicaciones de insecticidas en posemergencia, pero el producto mas usado en estos casos es el clorpirifos.
  • Otra alternativa evaluada para el control de bicho torito consiste en la aplicación de soluciones insecticidas dentro del pequeño surco de remoción que permite la SD. Esta tecnología de control mediante aplicación de insecticidas líquidos a nivel de la semilla (no sobre la superficie del terreno) posibilita alcanzar similar eficiencia de control del bicho torito que los tratamientos de semillas, aunque la desventaja de esta alternativa radica en la disponibilidad del equipo de aplicación de fertilizantes líquidos.(Ianonne, 2008)
  • Específicamente, se debe tener en cuenta que una semilla protegida contra bicho torito también será una semilla protegida contra otras plagas del suelo que en la práctica son muy difíciles de detectar oportunamente, como moscas de la semilla, gusanos alambre, etc., e imposibles de controlar después de la siembra de trigo. Asimismo, al tratar la semilla con un insecticida sistémico también se tendrá una eficaz protección contra pulgón verde de los cereales, cada vez con mayor impacto en los primeros estados vegetativos del cultivo. Los productos más utilizados como terápicos de semilla en la actualidad pertenecen al grupo de los neonicotinoides, como por ejemplo Tiametoxam e Imidacloprid, estos insecticidas neurotóxicos, actúan sobre el insecto por contacto e ingestión y en la planta en este caso semilla y plántula tiene buen movimiento sistémico por vía apoplasto en raíz y hoja nuevas.

11. Conclusión:

Los gusanos blancos están presentes en el suelo antes de la siembra de los cultivos de invierno, si queremos podemos saber exactamente el nivel poblacional.

La eficiente solución de esta problemática se debe tomar antes de la siembra mediante el monitoreo, observar montículos en superficie y realizar el tratamiento de las semillas con productos y dosis adecuadas. Luego de la emergencia ante la presencia de daños las estrategias de control son muy ineficientes y poco recomendadas.

Autor/es: Ing.Agr. MSc. Néstor Urretabizkaya, Cátedra de Proteccion Vegetal. Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Lomas de Zamora (FCA-UNLZ). Argentina

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