Las enfermedades podales pueden provocar pérdidas económicas y productivas en los rodeos lecheros.

Las enfermedades pódales pueden provocar pérdidas económicas y productivas en los rodeos lecheros, como la disminución de la producción debido a un menor nivel nutricional que provoca menos litros, menor condición corporal y en casos graves con subsiguiente infertilidad.

La enfermedad pódal son afecciones del pie con origen multifactorial como en la alimentación, el comportamiento de los animales, que junto al metabolismo alterado por algún desequilibrio nutricional son algunos importantes factores de riesgo.

Esta patología no mata al animal pero lo invalidan, causando pérdidas en su fertilidad y en su producción, incrementando los descartes y los tratamientos individuales y poblacionales, el descarte de leche, la pérdida de la condición corporal y la pérdida de tiempo del personal para atención de los animales afectados.

Tienen una prevalencia del 4 al 30% y el 90% de ellas se localizan en los miembros. Son escasas las lesiones en las manos pero cuando existen tienen mayor gravedad que los miembros posteriores. Es fundamental la rápida detección y subsiguiente tratamiento ya que se puede reducir el efecto respecto a la baja de producción, es decir que cuanto antes se diagnostique y resuelva mejor.

Factores de riesgo

  • Altas producciones. El fin del verano y el principio del invierno y más aún inviernos lluviosos son las épocas de mayor incidencia.
  • Medio ambiente. Estado de los pisos de los potreros, calles, corrales y sales de ordeño. Campos encharcados con barro y humedad predisponen. Caminos en mal estado con superficies rugosas lastiman las pezuñas de las vacas. El agua y la humedad ablandan el tejido podal y favorecen la infección.
  • Manejo. Concentración de animales, kilómetros recorridos por día.
  • Nutrición. Carencias minerales y desequilibrios en la ración. Liberación de toxinas bacterianas que por torrente sanguíneo llegan a la pezuña y lesionan. Deficiencia de Zinc y Cobre, excesos de Sulfatos en el agua de bebida y de Molibdeno en la dieta. Sulfatos en el agua por encima de las 400 ppm impiden la absorción de Zn y Cu.

La prevención resulta el mejor tratamiento, esto es evitar factores de riesgo especialmente el mantenimiento de los caminos y el monitoreo adecuado de la alimentación. Evitar los factores predisponentes es una buena estrategia de sanidad preventiva. Los tratamientos curativos dependerán del grado de la lesión, los tratamientos minerales, el desvasado preventivo y el correcto uso de pediluvios son alternativas que recomienda el profesional Veterinario actuante.

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