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Un equipo de investigadores de la Universidad de Valparaíso realizó un estudio inédito que concluyó que el consumo de arándanos frescos proporciona beneficios relevantes en el control glicémico de personas jóvenes, pero sedentarias.

El estudio, publicado en Nutrients, explica que los arándanos son frutas ricas en polifenoles con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Los polifenoles de las bayas actúan bloqueando las enzimas digestivas, remodelando las vías de la microbiota gastrointestinal y afectando la liberación de hormonas gastrointestinales para regular la dinámica de la insulina y el manejo de la glucosa. El equipo de investigador apuntó a evaluar el manejo de la glucosa posprandial y la capacidad antioxidante de los arándanos frescos consumidos de forma aguda o como una suplementación.

Como explica la investigadora Ximena Palma, magíster en Ciencias Biológicas mención Nutrición: «Probamos dos ideas: el efecto de una porción única de arándanos junto con la ingesta alta de carbohidratos, y también el efecto después de consumir durante seis días una porción de igual tamaño y de la misma fruta”. Los resultados del estudio indicaron que el consumo de arándanos frescos mejora el manejo de la glucosa después de las comidas (postprandial), presumiblemente debido a acciones en el tracto gastrointestinal, mientras que la suplementación mejora la sensibilidad a la insulina, probablemente debido a los antioxidantes y efectos antiinflamatorios.

De acuerdo con el doctor Gonzalo Cruz, quien dirige el Laboratorio Alteraciones Reproductivas y Metabólicas del Centro de Neurobiología y Fisiopatología Integrativa (CENFI), es importante consumir alimentos ricos en polifenoles debido a su efecto antiinflamatorio y antioxidante y al contenido de fibra dietéticas. «Los polifenoles pueden bloquear las enzimas que digieren los carbohidratos y entonces, para un mejor control de la glicemia, sería preferible incluso consumirlos antes de los carbohidratos o tal vez al mismo tiempo. En el estudio demostramos que el consumo de una taza de berries logra disminuir el aumento de glucosa que se observa al consumir pan blanco».

«En el caso del almuerzo, también se podría consumir verduras y ensaladas antes del plato de fondo, de forma de aprovechar los nutrientes y tener el efecto producido por los polifenoles sobre la glicemia. O también comer los berries como postre, pero antes del almuerzo».

La doctora Ciencias mención Investigación y Desarrollo de Productos Bioactivos Samanta Thomas destaca que «es sorprendente que una única porción de 150 gramos de arándanos fue responsable de disminuir el área bajo de la curva de glucosa postprandial y aumentar la secreción de insulina a los quince minutos de la ingesta. O sea, produjo una respuesta aguda o inmediata de parámetros metabólicos sumamente importantes en el control glicémico».

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