Uno de los mayores problemas del agro es el desperdicio de alimentos que existe desde la cosecha hasta que llega a la fase de comercialización. Cifras de la FAO estiman que, durante este proceso, se pierden 23% de las frutas y hortalizas por diferentes factores en la cadena de valor, como los agentes bacterianos y fúngicos, el proceso de envase y transporte.

Esa es la razón de por qué deshidratar los alimentos puede ser una alternativa sencilla para lograr conservar los productos en épocas de cosecha alta y que se pueden vender a buen precio en mercados como el estadounidense.

Sandra Cobo, CEO de Wayú, una empresa que produce y exporta frutas deshidratadas, aseguró que este proceso es una gran solución ante la problemática de desperdicio de alimentos, y que permite no perder producción para los pequeños y medianos cultivadores.

“En el agro con frutas como el maracuyá, se produce mucho y no tienen como vender y se pierde y a veces las regalan, la deshidratación es una gran solución, es una opción maravillosa para el agricultor para no ir a regalar su trabajo y perder plata. Con este proceso, se ponen hornos en diferentes partes y puede mejorar la situación para ellos”, explicó.

¿Cómo deshidratar fruta de manera casera? El proceso puede ser sencillo para los agricultores. Lo primero que debe hacer es que este proceso de desecación no le quita nutrientes, sabor, aromas o textura al cultivo.

Este es un proceso que extrae la humedad de los alimentos para que no empiece la actividad enzimática y microorganismos dañen o pudran la fruta. Los alimentos adquieren estabilidad química y se preservan más.

Para ser eficientes y lograr contener el valor nutricional de las frutas se deben emplear temperaturas entre 40 y 47 grados centígrados. Esto permite que tengan altos contenidos de fibra, potasio y algunas vitaminas.

Es importante dejar la puerta del horno entreabierta para que salga la humedad y se pueda controlar la temperatura con un termómetro. Cada 20 minutos puede darle la vuelta a la fruta por lado y lado.

Esto puede tomar entre 2 a 4 horas y varía dependiendo de la fruta, ya que hay factores como la cantidad de agua que contenga, entre otros.

A tener en cuenta

La escogencia de la fruta es importante, debe evitar que tenga magulladuras o partes dañadas. Luego se deben recortar en piezas iguales y delgadas para que el proceso de deshidratación sea uniforme. Si es muy pequeña puede dejarlas enteras.

Antes de secar las frutas puede colocarlas en un litro de agua y limón durante 10 a 15 minutos, de esa manera logra evitar la oxidación de la fruta.

Es importante que no queden amontonadas cuando las coloque en la bandeja para deshidratarlas, para que fluya el aire caliente.

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