Caballo-Reuters

Para fomentar la sostenibilidad y aprovechar los residuos orgánicos del sector equino, se puede sacar el jugo del estiércol de caballo o equinaza. Utilizando esta materia orgánica se puede elaborar compostaje y abono, los cuales benefician el estado de los suelos, ayudando en su recuperación. En sistemas de fincas, con dos o tres caballos, el proceso también se puede realizar fácilmente, y de manera casera.

«Las heces son excretas de minerales que no son absorbidos por el animal. Por lo tanto, contienen nutrientes y macronutrientes que pueden ser utilizados para mejorar el estado de los suelos. El estiércol o equinaza de caballo puede ser de gran utilidad para la recuperación de terrenos y para el forraje», explicó Sharon Julieth Téllez, zootecnista. El compostaje y el abono son productos que se pueden elaborar utilizando este residuo orgánico.

El compostaje es el proceso de la descomposición de los desperdicios orgánicos en el cual, la materia vegetal y animal se transforman en abono. «Se debe tener en cuenta que no se maneja de la misma manera que en bovinos y porcinos, porque las composiciones y el nivel de pH son totalmente diferentes. Para cada animal se manejan parámetros particulares», comentó la zootecnista.

Para realizarlo, la cantidad de equinaza depende del caballo. El proceso consiste en acumular el estiércol, moverlo para liberar calores y malos olores y humedecerlo según se requiera en caso de que tenga una consistencia dura. «Aproximadamente un caballo defeca al día entre dos y tres kilos de heces. En sistemas de fincas, si se cuenta con dos o tres caballos, se pueden acumular las heces producidas durante una semana para realizar este proceso», comentó la experta.

Una vez realizada la descomposición, para elaborar el abono se debe buscar una zona plana, que no cuente con mucha humedad y que tenga una buena iluminación, después se debe acumular la composta. «El abono cuando está seco cambia de color, suele tener un color grisáceo. Cuando está húmedo toma un color café oscuro. Según el color se toma la decisión se si se debe humedecer o no. Si se observa un tono gris se debe agregar más agua», señaló. Posterior a eso se debe tapar el residuo con un plástico y repetir el proceso de volteo de la materia orgánica durante varios días.

Según Téllez, el abono está listo de acuerdo a la frecuencia con la que se realiza el volteo de la materia. Si se voltea diariamente puede estar listo en aproximadamente tres semanas, «si se voltea cada 3 días se puede obtener el abono en dos semanas. Si no se voltea puede ocurrir que se dañe el abono ubicado debajo de la acumulación de materia», finalizó.

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