Con el arranque del nuevo año, el mercado mundial del tomate se enfrenta a muchos de los mismos problemas que en 2022, con el aumento de los costes de la energía como principal factor de presión sobre los márgenes de los productores. Esto se da sobre todo en los mercados del norte de Europa, donde los suministros se han reducido considerablemente en comparación con el año pasado, ya que muchos productores optan por no encender la calefacción o las luces para sus cultivos de invierno. La falta del esperado pico navideño en los precios ha afectado aún más a los márgenes a finales del año pasado, aunque algunos países como Bélgica y Francia han registrado desde entonces un ligero repunte. En Estados Unidos, sin embargo, la demanda sigue siendo buena y los precios se mantienen a niveles medios, mientras que en China las perspectivas para 2023 son positivas: los precios suben y mejora el potencial de exportación.

España: Precios bajos, pero optimismo para el inicio de 2023
La superficie dedicada al tomate ha aumentado en Almería esta campaña. Los productores han plantado más tomate en rama y menos especialidades. También ha disminuido la superficie de tomate redondo, ya que Marruecos sigue ganando terreno. Las altas temperaturas registradas durante la mayor parte de la campaña hasta ahora han conllevado más problemas de plagas, aunque los tomates de cultivo son más resistentes en comparación con otras hortalizas.

Desde que comenzó la campaña de exportación en Almería en octubre, los precios en general se han mantenido a niveles bajos y decepcionantes, dadas las expectativas. Aunque la creciente producción marroquí ha estado poniendo más presión sobre los tomates españoles en los mercados europeos, la pasada semana hubo problemas aduaneros en las fronteras españolas en el puerto de Algeciras que han frenado los envíos de tomate marroquí, y la escasez de tomates en los mercados está empezando a ser notable. Algunos exportadores temen que esta semana, una vez solucionado este problema, los mercados se inunden de tomates marroquíes. No obstante, los exportadores españoles de tomate esperan unos buenos meses de enero y febrero, con una gran oferta.

Benelux: Se espera una menor producción en la nueva campaña
La esperada subida de los precios del tomate a finales de 2022 se tradujo en decepción. En la semana anterior a Navidad, el precio medio de venta en las subastas belgas, una referencia clave del mercado, de hecho bajó. En las semanas posteriores a Navidad, los precios repuntaron, aunque no por encima de la media, a pesar de haber una oferta más limitada. En el conjunto de 2022, la lonja belga más importante reporta «precios decentes» para «muchas variedades de tomate». Sin embargo, los costes de cultivo también han aumentado. Los segmentos más de nicho lo están pasando peor que las variedades clásicas.

La oferta de producción no protegida es menor de lo habitual este invierno. Todavía no hay cifras precisas, pero las estimaciones parten de la premisa de que hay unas 100 hectáreas de cultivo no protegido en los Países Bajos (frente a las 800 hectáreas anteriores). Los agricultores que han empezado a cultivar bajo luz han firmado contratos con compradores a tal efecto y también han llegado a acuerdos para el ajuste de precios en relación con el aumento de los costes energéticos. En cuanto a la energía, para muchos agricultores es muy importante disponer de una planta de producción combinada de calor y electricidad (CHP) para seguir funcionando de forma rentable. En la actualidad, los agricultores también están teniendo la oportunidad de generar beneficios con la venta de energía.

Para reducir la brecha en la producción, se han cultivado más tomates de otoño. Se calcula que la superficie cultivada en los Países Bajos ha alcanzado las 150 hectáreas, principalmente de tomates en rama. Hay productores de pepinos que han sembrado tomates para la cosecha de otoño. Los precios de los tomates de otoño decepcionaron a los productores. Los precios máximos que se esperaba alcanzar en torno a Navidad no se han materializado.

Normalmente, los precios de los tomates no dejan de subir en enero, tras lo cual, en cuanto más agricultores vuelven a producir, algo que suelen hacer incluso sin iluminación en febrero, el precio comienza a caer. Para la próxima temporada, se espera un inicio de la producción más escalonado. Los agricultores han intentado pasar el invierno sin realizar gastos excesivos en calefacción plantando en una mayor extensión. Se espera que la producción por metro cuadrado sea menor esta temporada. En el mercado hay suministros procedentes de España, Marruecos, Turquía y Polonia para cubrir las carencias de la producción. Los productores turcos y polacos, por ejemplo, se están centrando en el cultivo de tomates en rama gruesos, un cultivo que suele realizarse con mucha luz adicional en los invernaderos holandeses.

Alemania: Año difícil para los tomates
En general, 2022 ha sido un año difícil para los tomates, según cuenta un productor. «La producción temprana fue algo mayor porque tuvimos más luz solar. Sin embargo, debido a la escasez de CO? y al calor persistente, la campaña de otoño ha sido decepcionante. Como resultado, tuvimos un periodo difícil en términos de suministro entre finales de septiembre y finales de octubre, que contrarrestó por completo el plus que logramos en primavera. En conjunto, la producción fue, por tanto, inferior a la de años anteriores».

Durante el verano, la oferta de tomates estuvo bajo presión, lo que también repercutió en los precios. En consecuencia, el sector distribuidor lanzó más campañas publicitarias para tratar de compensar el exceso de oferta. «La actual crisis energética hace casi imposible obtener una producción rentable de tomates en invierno y también está afectando al poder adquisitivo en la comercialización. Por eso decidimos reducir el cultivo de las variedades de tomate más exclusivas y aumentar el de las otras. No obstante, supongo que a largo plazo las variedades más exclusivas también volverán a gozar del favor de los consumidores».

Francia: Los precios suben lentamente
Ahora que ha terminado el periodo festivo, parece que hay una demanda algo más sostenida para la mayoría de variedades clásicas de tomate. Al mismo tiempo, hay menos volúmenes en producción en algunos lugares de origen, como los países del norte (Bélgica y Países Bajos), que han producido menos este invierno, al no querer calentar sus invernaderos debido al aumento de los costes energéticos. Pero Marruecos y España también han enviado menos a los mercados franceses, ya que su calidad no siempre ha sido óptima, con falta de coloración y, por tanto, no del gusto francés. En consecuencia, dada una demanda ligeramente más fuerte a principios de año y al hecho de que algunos productores han reducido sus volúmenes, las existencias empiezan a disminuir, los pedidos comienzan a reactivarse (sobre todo los de tomates redondos) y los precios están subiendo lentamente. Para el conjunto de los operadores franceses, los precios han aumentado con respecto a la semana pasada y siguen subiendo en estos momentos.

Por otro lado, en lo que respecta a las gamas de tomates premium, el consumo no mejoró durante las fiestas y siguen vendiéndose con dificultad. El consumidor parece «ir a por lo básico» y ha habido poco entusiasmo por estos productos premium, incluso durante las fiestas.

Italia: El parón navideño preocupa al sector del tomate italiano
Un mayorista del norte de Italia afirma que la situación del sector del tomate es muy preocupante. Durante el periodo navideño, el mercado ha estado prácticamente paralizado y el consumo ha disminuido. Los precios también han bajado. Los tomates pera y cherry se han estado vendiendo a 1,50 euros/kg; los tomates Piccadilly a 1,20 euros, e incluso los tomates en rama registraron precios a la baja. Solo el tomate Heirloom mantuvo una buena posición, pero ahora también está bajando. En cuanto a los canales de venta, los pequeños comercios se han visto menos afectados por la caída del consumo que las grandes cadenas de supermercados. «Ha sido un periodo navideño muy decepcionante, y la crisis continúa incluso después de las fiestas. La producción procede de Sicilia, y su calidad es excelente. No merece la pena importar de España porque no supone ninguna ventaja económica. Los agricultores están en crisis porque los costes de producción se han disparado y los precios que obtienen no cubren el aumento de los gastos».

En Sicilia siguen sin venderse grandes cantidades de tomates IGP Pachino. Una de las principales causas es el precio al consumidor, que sigue siendo muy elevado, a pesar de los bajísimos precios que se ofrecen a los productores. «Nos quedan toneladas y toneladas de tomate en las plantas y llegan muy pocos pedidos de la gran distribución», afirma el presidente del Consorcio de Protección. «Con este invierno atípico, en el que las temperaturas están alcanzando los 22 °C, el producto madura rápidamente y hay que cosecharlo. Sin embargo, sin compradores, se perderá una gran parte. Muchos productores sicilianos corren el riesgo de cerrar si no se toman medidas decisivas y concretas para paliar la situación».

«Existen regulaciones que establecen el precio mínimo de compra del producto, pero casi nunca se respetan, ignorando los sacrificios, la dedicación y la fatiga de los muchos productores locales que realizan enormes esfuerzos cada día para suministrar a los italianos un producto único, uno de los más conocidos y queridos del mundo. Según el presidente del Consorcio, a esto se añade el aumento absolutamente inaceptable del precio de la energía y la competencia desleal de los tomates procedentes del extranjero, donde solo un 10% del precio del producto depende del coste de la mano de obra, frente al 60% en Italia».

Turquía: La mayor cosecha de tomates turcos
Turquía produjo 185 millones de toneladas de tomates en 2021 y es el tercer país productor más importante, después de China e India. La media global de Turquía es de 11 a 13 millones de toneladas. En cuanto a las exportaciones, Turquía es el quinto país del mundo, con un 7-8 por ciento del total. Los consumidores europeos prefieren sobre todo los tomates en rama y de mesa. Estas variedades de tomate se cultivan en invernaderos, por lo tanto, los niveles de pesticidas son muy bajos. Turquía ha cosechado una gran cantidad de tomates este año, especialmente Beef, Tori, en rama, cherry (ecológico y no ecológico) y cóctel.

Sudáfrica: Gran oferta de tomates, pero escasa demanda
El curso escolar sudafricano arranca a principios de enero, por lo que los sudafricanos gastan su dinero en uniformes escolares y artículos de papelería, y en consecuencia, esta es siempre una época del año muy difícil para las ventas de tomates.

El año pasado por estas fechas había escasez de tomates como consecuencia de las fuertes lluvias, que redujeron la disponibilidad, pero este año la situación en el mercado del tomate es muy diferente.

En el mercado del tomate hay una oferta muy abundante: 1.800 pallets el jueves por la mañana, frente a los 1.100 pallets del año pasado por estas fechas, pero el problema es la falta de poder adquisitivo (un agente del mercado de Johannesburgo dice que apenas hay movimiento en el mercado del tomate cóctel). Debido a ello, los precios están bajo presión. Se espera que los precios del tomate aumenten de cara a abril.

El precio medio es algo inferior a 8 rands (0,45 euros) por kilo, mientras que el año pasado se llegaron a alcanzar los 12 rands (0,67 euros) por kilo.

Hay muchos tomates procedentes del Cabo Occidental y Oriental. La mayoría de las zonas de producción están enviando producto al mercado.

«Ha habido un aumento espectacular de la oferta de tomates tras la escasez del año pasado, que hizo subir los precios. La gente plantó tomates de más asumiendo que habría un mercado con poca oferta, y la realidad ha sido lo opuesto», dice un comerciante de tomates. «Quienes hayan plantado más van a tener problemas».

También ha habido que lidiar con problemas como la presencia de la polilla minadora del tomate Tuta absoluta, que afecta a la calidad, además de algunos incidentes aislados de granizo en Limpopo y Mpumalanga.

En cuanto a los daños causados por la lluvia, afortunadamente las precipitaciones de diciembre no han sido demasiado perjudiciales para los tomates y su efecto sobre la calidad no parece significativo por ahora.

Según un agente, parece que, por ahora, las lluvias torrenciales en el norte ya han terminado, pero todo dependerá de las perspectivas meteorológicas de finales de verano y principios de otoño, que pueden afectar a la calidad del tomate hasta mayo.

Reducir la carga es un trago amargo para todos los integrantes de la cadena. Los agricultores están sufriendo dificultades para completar sus programas de riego y los costes de los generadores diésel suponen un importante gasto adicional en un momento de inflación generalizada de los precios.

China: Suben los precios del tomate
En una de las grandes regiones productoras de hortalizas de China, Shandong, los precios de los tomates están subiendo. Los productores de invernadero del delta del Yangtsé, que abastecen a la megaciudad de Shanghái, han registrado recientemente precios en torno a los 15,8 yuanes por caja (2,30 USD), y se espera que este precio aumente. Los tomates frescos de invernadero son más comunes en los supermercados de las ciudades de primer nivel y en tiendas en línea, como Dingdong Maicai o MeiTuan.

Por su parte, un productor chino de tomates de invernadero está buscando oportunidades de exportación para sus tomates frescos en mercados vecinos, como el Sudeste Asiático y Rusia. China es un gran exportador de productos de tomate procesado, pero las exportaciones de tomate fresco son actualmente limitadas. Este podría ser el comienzo de un nuevo desarrollo, ya que con el aumento de la producción nacional, las exportaciones resultan más asequibles.

Norteamérica: Buena demanda de tomates, pero preocupación por los precios y la presión del ToBRV
Se observan ligeras desigualdades en la oferta de tomates en estos momentos. La oferta de tomates cultivados en campo, 5 x 6 y Roma ha mejorado y ha vuelto a situarse en torno a 1 $/lb, tras un largo periodo a 2 $/lb, especialmente tras el paso del huracán Ian a finales de septiembre.

«Sin embargo, los suministros de tomate en rama de primera calidad se han reducido drásticamente a finales de año», dice un productor de invernadero. «Al parecer, hubo mucha planificación de antemano para mover unos suministros que se esperaba que fueran más grandes durante las fiestas, pero ese suministro simplemente no llegó y una gran cantidad de compras a corto plazo absorbió lo que había disponible en el mercado abierto. De cara a 2023, vemos que los precios de los tomates en rama en el mercado al contado se acercan a los 3 $/lb».

Tras el huracán Ian, los tomates uva también se cotizaban por encima de 2 $/lb en el mercado a granel y por encima de 3 $/lb en envases. «Desde entonces, la oferta ha mejorado y los precios han caído más o menos a un nivel medio. En la actualidad, hay un exceso de oferta en el sector del snacking», afirma.

En el sector de la producción de invernadero, el producto procede de México y de Canadá. «La mayoría de los nuevos invernaderos que se construyen en EE.UU. están equipados con lámparas HPS o LED, por lo que la mayor parte de la oferta nacional también está en producción», afirma el productor.

En cuanto a la demanda, parece situarse a un nivel entre medio y bueno para esta época del año, y los precios dependen sobre todo de la oferta.

En lo que respecta al cultivo, también se sigue monitorizando la situación del virus rugoso del tomate, una enfermedad con la que el sector lleva varios años lidiando y que ha causado dificultades, reduciendo el vigor de las plantas, comprometiendo la calidad y acortando la longevidad de una cosecha que, de otro modo, sería productiva. «Los cultivadores están aprendiendo a adaptarse, haciendo uso de distintas prácticas culturales y laborales, reforzando el aislamiento de la mano de obra y aplicando procedimientos sanitarios estrictos», afirma el cultivador.

Otro de los retos para el sector es el aumento del coste de la energía, que ha encarecido el cultivo en invierno. «Hablamos de uno de nuestros mayores gastos para la producción de invierno, y el aumento en el coste del servicio, impulsado al principio por la guerra en Ucrania, ha persistido, afectando directamente a nuestros beneficios», dice el productor.

En cuanto a los precios, analizando las tendencias de los últimos cuatro años, queda patente que en diciembre de 2022 se situaron por encima de la media, aunque la opinión general es que en los meses de invierno se necesitan precios más altos para mantener unos márgenes saludables. «Dados todos los aumentos de costes que hemos estado experimentando y la caída del rendimiento provocada por la presión de las enfermedades, al final es inevitable que los tomates valgan más. De lo contrario, los productores dejarán de cultivar», afirma el productor. Señala que los socios europeos de la empresa han informado de que muchos invernaderos equipados con luces para la producción de invierno no producirán en esta época del año debido a los costes.

Ahora mismo, sin embargo, las perspectivas son buenas, en parte gracias a los propósitos de año nuevo de comer más sano. «No suele haber mucha oferta nueva en el mercado en esta época del año, y enero suele ser uno de los meses más fuertes en cuanto a precios. Así que, a corto plazo, espero que los precios se mantengan», afirma el productor.

Sin embargo, con una oferta decente de tomate de campo de nuevo a un precio de 1 $/lb., otros artículos, incluidos los tomates de invernadero, estarán bajo presión. «También está la incógnita del posible impacto del virus, que obligará a terminar cosechas antes de tiempo y alterará los ciclos de cultivo de años anteriores», afirma el agricultor.

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