Inicio
El Instituto de Tecnólogos de Alimentos (IFT) está examinando la inseguridad alimentaria mundial y cómo abordar uno de los mayores desafíos alimentarios del mundo: la pérdida de alimentos.
En su último documento técnico , Soluciones de ciencia y tecnología de los alimentos para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional: reducir la pérdida de alimentos y valorizar los flujos secundarios del procesamiento de alimentos , el IFT describe los desafíos, las soluciones y las oportunidades para reducir la pérdida de alimentos en el segmento medio de la cadena de valor, invirtiendo en la valorización de las corrientes secundarias de procesamiento de alimentos, y la incorporación de la ciencia de los alimentos en los esfuerzos destinados a mitigar la pérdida y el desperdicio de alimentos.
“Los números son asombrosos”, dice el director de ciencia y tecnología del IFT, Bryan Hitchcock.
“Aproximadamente un tercio de los alimentos a nivel mundial nunca se consumen, lo que contribuye a que se desperdicien más de mil millones de toneladas de alimentos al año y le cuesta a la economía mundial aproximadamente un billón de dólares al año. La pérdida y el desperdicio de alimentos es verdaderamente uno de nuestros mayores problemas ambientales, sociales y económicos”.
“Este documento técnico no solo es un recurso valioso para abordar la crisis de pérdida y desperdicio de alimentos, sino también un llamado a la acción para que la comunidad de alimentos y tecnología se una detrás de la ciencia para ayudar a garantizar la seguridad alimentaria mundial”, señala Hitchcock.
falta de medida?
Algunos de los desafíos que la comunidad alimentaria mundial debe abordar y superar son la falta de medición y establecimiento de objetivos, preocupaciones sobre seguridad alimentaria, aceptación y conciencia del consumidor, viabilidad y escalabilidad tecnológica, comunicación y colaboración a lo largo de la cadena de valor, y políticas e inversiones limitadas, dice SI T.
“Para mitigar la pérdida de alimentos, debe haber más apoyo a la investigación y la innovación en la ciencia de los alimentos, soluciones tecnológicas para desarrollar nuevos productos a partir de las corrientes secundarias del procesamiento de alimentos, así como un aumento en la tecnología disponible para conservar los alimentos”, agrega Anna Rosales, directora del IFT. director sénior de Asuntos Gubernamentales y Nutrición.
“El fortalecimiento de los esfuerzos coordinados entre los sectores público y privado, la asignación de recursos dedicados a las soluciones de ciencia y tecnología de los alimentos, y la acción legislativa también son necesarios para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos mientras se alimenta al mundo”.
El upcycling ha sido un tema importante en F&B, con innovaciones de ingredientes que van desde flujos secundarios de manzanas y peras hasta años de elaboración de cerveza .
La industria en alerta máxima
La pérdida y el desperdicio de alimentos será un tema clave en el IFT FIRST de este año: evento y exposición anual, que se llevará a cabo del 16 al 19 de julio en McCormick Place en Chicago, EE. UU.
Una de las sesiones destacadas se centrará en «reimaginar el desperdicio de alimentos para poner la ‘P’ en pérdidas y ganancias», que examinará las últimas ideas de innovación de productos que aprovechan los desperdicios de alimentos o subproductos reciclados.
El mes pasado, para conmemorar el Día para detener el desperdicio de alimentos , FoodIngredientsFirst habló con los jugadores para crear conciencia sobre el desperdicio y la pérdida de alimentos en un momento en que el costo, la calidad y la disminución de los recursos afectan la forma en que los consumidores realizan compras.
Los fabricantes están rescatando ingredientes y materias primas, como en el caso de artículos de pan reciclados en nuevos alimentos.
Mientras tanto, algunos en la industria de alimentos y bebidas destacan los desafíos de combatir el desperdicio de alimentos para mantener el planeta más fresco y reducir las pérdidas de la granja a la mesa. Con nuevos datos y consejos provenientes de una variedad de expertos en el campo del desperdicio de alimentos, cada vez es más claro que abordar el problema gigantesco no es solo una buena elección moral; tiene sentido comercial, afirman los proveedores.
