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¿Ha analizado los sentidos de sus bovinos?, ¿sabe cuáles son los que más utilizan? Conocer y aprender sobre los sentidos de sus ganados y cómo utilizarlo, este artículo le explicará el tema de forma detallada.
Al contrario de lo que algunos pueden pensar, los bovinos no responden al habla humana. Los animales piensan más en términos de imágenes, sonidos, olores, tacto y sabores, mientras que los humanos combinan todo esto, además de añadir palabras, asegura La Revista Frisona se basa en una publicación hecha La Revue Holstein Québec en Canadá.
Los bovinos tienen ciertos sentidos mucho más desarrollados que los humanos como el oído y la vista, que son sus dos sentidos principales, a excepción del olfato, que se vuelve predominante durante la época de celo.
¿Cómo funciona la vista de los bovinos?
En esta investigaciones se explica que “con los ojos a ambos lados de la cabeza, el ganado tiene una visión panorámica de entre 300 y 320 grados, dependiendo de la referencia consultada. Solo hay una parte invisible, situada directamente detrás del animal, que no les permite ver, a menos que giren la cabeza”.
Este espacio se llama punto ciego, por lo que para evitar asustar al animal y herir a alguien, el personas debe evitar acercarse de forma repentina a esta zona.
En la Revista Frisona se expone que “como falta el receptor de color rojo, las vacas ven el verde amarillento y un violeta azulado. Esta particularidad también hace que sean más sensibles a los contrastes de luz. Así, cuando el animal se niega a pasar por encima de un sumidero cuyos lados están cubiertos de color claro, es porque les parecerá profundo y oscuro”. Esta visión implica que mida mal la profundidad.
El tiempo de adaptación del ojo bovino a los cambios de luz es cinco a diez veces mayor que el ojo del humano. Su agudeza visual, es decir, el enfoque necesario para distinguir objetos lejanos, también es lento.
¿Cómo funciona el oído de los bovinos?
Al ser uno de los sentidos más desarrollados de la vaca, su oído puede percibir frecuencias de sonidos más bajas y también más altas que los humanos. Por eso, los sonidos agudos, gritos y silbidos les molestan fácilmente.
Los animales también son muy sensibles a los tonos de las personas que los rodean. Los bovinos reconocen la voz de una persona amable que las trata bien y recordarán a una persona que, por el contrario, no les prestó una buena atención.
“Los mejores cuidadores de rebaños en estabulación libre guardan total silencio cuando mueven a los animales. Al evitar sonidos fuertes y ruidos innecesarios, se aprecia que los animales permanecen más tranquilos y se mueven más fácilmente”, señala dicha investigación.
En fin, estos son algunos casos en los se puede mejorar el bienestar de los bovinos, lo trae consigo un mejoramiento de la rentabilidad de la actividad ganadera.
