Se trata de un Reto EELISA, la alianza de universidades europeas ‘European Engineering Learning Innovation and Science Alliance
En las instalaciones de acuicultura, que desempeñan desde hace años un papel principal en el sistema alimentario mundial, los estudios demuestran que unos peces menos estresados, crecen mejor y enferman menos, lo que repercute en un producto de mayor calidad y sostenibilidad empresarial y ambiental. El problema aparece cuando, aun conociéndose los beneficios de la crianza sostenible de peces, la industria no sabe cómo implementarla.
Partiendo de esta premisa, estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (ETSI) de Montes, Forestal y del Medio Natural y de la ETSI Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) participan en un proyecto piloto cuyo objetivo es desarrollar un certificado para el bienestar de la trucha arcoíris, siguiendo la metodología de aprendizaje basado en retos. Una iniciativa de aprendizaje que se suma a las 31 que la UPM está poniendo en marcha este curso en el marco de la alianza EELISA; compuesta por 10 instituciones de educación superior de 8 países europeos cuyo objetivo es definir e implementar un modelo común de ingeniería europea.
El enfoque de este aprendizaje es práctico y transversal y, mientras el alumnado aprende haciendo, resuelve un problema real de la industria.
Según explica Álvaro De la Llave Propín, doctorando en Tecnología Agroambiental para una Agricultura Sostenible en la UPM y supervisor del Reto EELISA titulado “Challenge based learning in Aquaculture: how to certify trout welfare” (Aprendizaje por retos en la acuicultura: cómo certificar el bienestar de la trucha), en este Reto se abordan las certificaciones que evalúan el bienestar animal de peces en las instalaciones acuícolas “desde una perspectiva formativa sin olvidar la situación real de la industria, que desconoce un gran espectro de indicadores técnicos, además de la opinión de los consumidores”.
METOGOLOGÍA
El Reto se divide en dos fases y aglutina a estudiantes las dos escuelas técnicas de la UPM mencionadas más arriba y coordinados por los profesores Morris Villarroel Robinson y Fernando Torrent Bravo y también por Álvaro De la Llave.
El pistoletazo de salida tuvo lugar en septiembre en la ETSI de Montes, Forestal y del Medio Natural (ETSI MFMN) con los estudiantes de Acuicultura del grado de Ingeniería Forestal y del máster “El Agua en el Medio Natural. Usos y gestión”. El comienzo, explica De la Llave, consistió en charlas, clases teóricas y unas encuestas para conocer la percepción del alumnado acerca de la acuicultura, el bienestar en peces y la certificación. Después, cada estudiante repitió dicha encuesta a las personas de su entorno, recopilando más de 200, para posteriormente ponerlos en contacto con el sector a través de una visita a la instalación piscícola colaboradora Cien Fuentes, en Cifuentes, Guadalajara. “Aquí el alumnado tomó apuntes para realizar una serie de trabajos basados en esa experiencia real y obteniendo unos indicadores técnicos que pueden ayudar a construir esa certificación que persigue el Reto”, indica Álvaro De la Llave.
En el segundo cuatrimestre comenzó el turno del alumnado que cursa Acuicultura del Grado en Ciencias Agrarias en la ETSI Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSI AAB). En este caso se procedió de manera similar, a lo que se sumó un evento en la ETSI Montes el 13 de febrero para presentar la primera etapa y una visita guiada a la piscifactoría de la escuela. Allí, la profesora e investigadora de la ETSIMFMN María Dolores Bejarano Carrión presentó a estos alumnos Greenchannel, un proyecto que genera un mesocosmos –ecosistema fluvial experimental al aire libre– para estudiar el bienestar de la trucha arcoíris natural en condiciones controladas. A día de hoy, el reto continúa y próximamente recibirán la visita de la profesora Dr. Ranka Junge del grupo de acuicultura de la ZHAW en Suiza, con extensa experiencia en el sector de la acuicultura y la acuaponía».
Para el supervisor de este Reto EELISA, ésta ofrece una oportunidad única de perseguir el consumo y la producción sostenible, uno de los Objetivo de Desarrollo Sostenible, a través de la innovación educativa. “Cada paso que se da implica una reformulación del concepto clásico de aprendizaje en un ambiente multidisciplinar y realista, que estimula la capacidad de adaptación y cooperación. Introducir en todo un curso este tipo de aprendizaje menos teórico de lo habitual, con la participación constante de una empresa del sector, tiene un gran efecto en la implicación y los resultados académicos”, concluye.