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En un evento celebrado en Tena, provincia de Napo, Ecuador ha presentado el tan esperado Libro Blanco de Bioeconomía. Este documento se erige como un pilar fundamental en la estrategia nacional para la transición hacia una economía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
El Libro Blanco de Bioeconomía es el resultado de un análisis que abarca diversos aspectos, desde la relación entre la economía global y el ambiente hasta aspectos tecnológicos, legales y políticos. Desarrollado con el respaldo de la Agencia de Desarrollo Francesa, el Fondo de Inversión Ambiental Sostenible y el liderazgo técnico de la Universidad Técnica Particular de Loja, este proyecto ha contado con la participación de 292 actores de diversos sectores relacionados con la bioeconomía en Ecuador.
Uno de los hitos más destacados de este proyecto es la definición de la bioeconomía en el contexto nacional, con proyecciones hasta el año 2033. Se espera que para entonces, Ecuador haya transformado su estructura productiva, fomentando la innovación, la sostenibilidad y el uso responsable de los recursos biológicos.
Según Sonsoles García, ministra de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, «la economía ecuatoriana ha dependido históricamente del uso y la comercialización de los recursos de la diversidad biológica. Creemos que el crecimiento del país dependerá en gran medida de nuestra capacidad para identificar y adoptar nuevas formas de participación en las cadenas de valor, a través de una gestión más sensata de nuestros recursos».
Por su parte, Sade Fritschi, ministra de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, subrayó la importancia de la bioeconomía como una alternativa vital al modelo de producción convencional. «La bioeconomía representa una oportunidad imperiosa para abordar los desafíos globales más apremiantes, desde la conservación de la biodiversidad hasta la lucha contra el cambio climático», mencionó.
El Libro Blanco de Bioeconomía marca un paso crucial en la construcción de una política pública sólida, centrada en la creación de una Estrategia Nacional sobre la Bioeconomía Sostenible. Este enfoque tiene como objetivo contribuir al desarrollo sostenible de la economía ecuatoriana y a la transición hacia un futuro más ecológico y próspero para todos.
