Este método no debe ser considerado como la única solución a los problemas sanitarios en el control de enfermedades.
La vacunación en el agua de bebida es un procedimiento utilizado para proteger a aves
contra la enfermedad de Gumboro, Bronquitis Infecciosa, Laringotraqueitis Infecciosa,
Encefalomielitis Aviar, Coccidiosis, Enfermedad de Newcastle y se aplica vacunas vivas
contra Salmonella.
Para realizarla, es importante controlar la calidad de agua a utilizar, el nivel de pH, la presencia de cloruros y contaminación por metales pesados. Se recomienda realizar unanálisis de agua.
El agua a utilizar en la vacunación deberá estar con un pH entre 6,5 y 7,5. Para liberar el
cloro, actualmente se utilizan productos químicos denominados ‘neutralizantes’ que se colocan unos 20 minutos antes de realizar la vacunación.
Se recomienda también utilizar leche descremada a razón de 5 g/litro para el
efecto de neutralizar posibles contaminantes. Las aves no deben tomar agua por lo menos dos horas antes de la vacunación y se debe realizar en horas de la mañana o cuando la
temperatura ambiental sea menor de 40 °C.
Una manera de controlar si la solución vacunal está bien distribuida a través de todas
las salidas de agua es haciendo uso de colorantes que manchan el pico y la lengua de las aves, permitiendo así controlar la buena vacunación.
LOS BEBEDEROS DEBEN ESTAR LIMPIOS, SIN USAR DESINFECTANTE.
El volumen del agua a suministrar debe ser del 30% del consumo diario de agua.
La temperatura del agua a usar es de hasta 25 °C. Se recomienda abrir los frascos de vacuna debajo del agua y que la solución vacunal sea ingerida en un periodo de máximo
dos horas.
La vacunación sola no es capaz de proteger a las parvadas contra otros desafíos demasiado
fuertes, sobre todo si las prácticas de manejo empleadas son inadecuadas.
Los programas de vacunación del pollo de engorde se deben desarrollar bajo la consulta de médicos veterinarios, especializados en avicultura.
La vacunación es más efectiva cuando se minimizan los desafíos mediante programas de bioseguridad y manejo, bien diseñados e implementados. Los programas de vacunación
se deben basar en los desafíos locales de enfermedades y la disponibilidad de las vacunas.
RECOMENDACIONES GENERALES:
• Vacunar solo aves sanas.
• Guardar y transportar las vacunas según lo indique el fabricante.
• Controlar la fecha de caducidad.
• Administrar la dosis apropiada (1 dosis/ave).
• Manejo apropiado de residuos (frascos de vacuna, diluyentes).
• Lavar y desinfectar la ropa de trabajo, las botas, lavar y desinfectar las manos.
• Registrar la vacunación, incluyendo el número del lote de producción de la vacuna.
Por: Mariuxi Mayorga, Gerente Salud Animal Avicultura, Pronaca.