A pesar del impacto de la pandemia en Colombia, que ha causado un aumento considerable del desempleo en el país, el sector bananero ha logrado mantener el 100% de los 35.000 puestos de trabajo que genera la producción de musáceas en estos meses de cuarentena.

“Gracias a la experiencia en los rigurosos protocolos de bioseguridad implementados a raíz del Fusarium Raza 4 Tropical, para el gremio bananero fue rápida y eficiente la adaptación a las medidas requeridas en el manejo de la COVID-19. Esto ha permitido que la producción y la comercialización de banano continúe y se mantenga”, explica el presidente de la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura), Émerson Aguirre.

El rendimiento en la producción de bananas colombianas en 2019 fue de 1.961 cajas por hectárea, inferior en 41 cajas por hectárea respecto de 2018. En cuanto al número de hectáreas de banano sembradas en territorio nacional aumentaron en 542 hectáreas respecto de 2018 (50.685 ha), para un total de 51.227 hectáreas reportadas.

La producción de esta fruta está fuertemente orientada a la exportación, ya que, como explica Aguirre, el consumo anual de banano en Colombia por persona es de 4 kilos al año, mientras que en Europa asciende a 14 kilos por persona.

“En 2019, Augura registró ventas de exportación por valor de 852,8 millones de dólares, correspondientes a más de 100 millones de cajas de banano colombiano, manteniendo una estabilidad respecto de 2018. Las exportaciones desde Urabá fueron de 65,4 millones de cajas de banano por un valor de 538,9 millones de dólares, mientras que las exportaciones de la fruta desde Magdalena y La Guajira fueron de 34,7 millones de cajas por valor de 313,9 millones. En 2020, las exportaciones continúan con relativa normalidad pese a la pandemia”, subraya.

Sin embargo, el año pasado no fue fácil para el gremio bananero. “Además de la disminución en la productividad como consecuencia de los cambios climáticos, apareció en el panorama nacional el hongo Fusarium Raza 4 Tropical, lo que nos llevó a enfocar todos los esfuerzos para contenerlo y evitar su propagación”, señala Aguirre.

“Actualmente, el hongo está controlado en La Guajira y en todas nuestras fincas asociadas, las cuales están ubicadas en Magdalena y Urabá: están limpias y con un adecuado protocolo de bioseguridad implementado. Desde hace 5 años nos hemos capacitado para prevenir esta enfermedad y esto ha sido de gran utilidad para el manejo de las acciones de bioseguridad desde la llegada de la COVID-19 al país”, concluye.

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