Projar inicia un ensayo en Murcia para maximizar el desarrollo de las plantas en este material.

El departamento técnico de Projar ha iniciado esta semana la primera fase de su estudio con el fin de definir una estrategia de riego adecuada al cultivo cuando se incorpora fibra de coco al suelo hortícola. Este ensayo, llevado a cabo en una finca de Águilas (Murcia), pretende fomentar y maximizar la colonización del sistema radicular de la planta en el volumen de fibra de coco incorporada al suelo.

“El problema más generalizado en las explotaciones agrícolas que cultivan incorporando fibra de coco al suelo es el manejo del riego, coincidiendo con riegos de alta dotación y baja frecuencia”, explica Juan Manuel García, Product Manager de Projar y coordinador de este ensayo. “Nuestro objetivo es llevar a cabo riegos de multifrecuencia y dotaciones volumétricas constantes con el fin de aprovechar las extraordinarias propiedades físicas y químicas que la fibra de coco aporta al cultivo. De este modo, podremos ayudar al agricultor a potenciar la productividad de su plantación”, concluye.

Alta tecnología al servicio de la agricultura
Para saber cuál es la estrategia de riego adecuada para cada cultivo, es necesario conocer primero sus necesidades hídricas. Para ello, el método de riego deberá estar calculado en base al nivel de transpiración del cultivo, el nivel de radiación incidente y el déficit de presión de vapor (conocido a partir de la humedad relativa y la temperatura en el invernadero). “Además de los parámetros ambientales, se tendrán en cuenta las características propias del cultivo y las propiedades físicas del sustrato. Así, se podrá determinar qué cantidad total de agua hay que aplicar en un riego (dotación) y cuándo realizarla (frecuencia)”, explica García.

Para medir y controlar todos estos valores, se han instalado una estación climática y un equipo de sensores de medición continua en el interior del invernadero. Estos equipos están constituidos por sondas ambientales que miden la radiación global, temperatura y humedad relativa en el invernadero, y sondas incorporadas directamente al sustrato y al suelo, para determinar la humedad, conductividad y temperatura en el entorno radicular de la planta.

Mediante esta monitorización se pretende mantener las condiciones de humedad y conductividad homogéneas en todo el volumen físico del sustrato para lograr el máximo desarrollo radicular en la fibra de coco, además de una optimización y eficiencia del uso del agua y nutrientes.

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