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Los buenos precios registrados en el 2023 para el arroz, hará que los agricultores se incentiven y aumenten las áreas sembradas de la gramínea, aunque los rendimientos no serán los mismos por falta de contar con adecuada semilla certificada.
Henry Morán, presidente de Semimor, resalta la persistente actividad de siembra, con especial atención a las zonas altas para mitigar riesgos de inundación. “El sector Daule, Santa Lucía los productores tienen la costumbre de sembrar inmediatamente termina la cosecha, y se anticipa una cosecha abundante en áreas altas de Quevedo y Quinindé” dijo a este medio.
Morán señala un aumento proyectado en las áreas de siembra, respaldado por el entusiasmo de los agricultores y precios sostenidos. Sin embargo, advierte que este incremento no necesariamente resultará en una disminución abrupta de los precios, dada la naturaleza escalonada de las siembras.
Uno de los desafíos destacados es la falta de semillas certificadas, atribuida a la ausencia de registro por parte del Ministerio de Agricultura y el Iniap. Morán explica que esto afecta negativamente los rendimientos, ya que muchos agricultores recurren al reciclaje de semillas, disminuyendo los rendimientos hasta la mitad. Esto plantea preocupaciones sobre posibles excedentes en la producción.
“No se está utilizando semilla certificada porque el Ministerio y el Iniap, no han podido tener semilla registrada, en mi caso, como semilleristas, hemos pedido a Iniap por repetidas ocasiones y no hay semillas registradas, sino hay semillas registradas, no podemos sacar certificadas. El único es Agripac que tiene sus propias variedades” recalco.
Morán destaca la necesidad urgente de abordar el registro de semillas certificadas para mantener la calidad y rendimiento de los cultivos.
Por su parte Jorge Suárez, arrocero de Palestina, comparte las proyecciones para la producción de arroz en la costa ecuatoriana. Iniciando la siembra a finales de diciembre y principios de enero, Suárez anticipa superar las expectativas del 2023, apuntando a sembrar más de 300 mil hectáreas en todo el país, un aumento significativo desde las 250 mil hectáreas del año pasado.
El buen precio del arroz en el 2023, fluctuando entre 45 y 50 dólares el quintal, ha motivado a los agricultores a destinar potreros a la producción de arroz, contribuyendo al incremento del hectareaje. Actualmente, el grano largo se cotiza a 54 dólares por las doscientas diez libras.
En cuanto a las semillas, Suárez destaca la preferencia por variedades más resistentes al invierno, como Impacto, Iniap 11 y Elite, para evitar los problemas en el invierno. A pesar de la incertidumbre sobre la llegada del fenómeno del niño, la confianza en estas variedades brinda seguridad a los agricultores, según el porductor.
Suárez prevé un excedente de arroz este año, recordando la discrepancia entre las proyecciones de importación del año pasado y la cantidad realmente importada. Con 136 hectáreas en su hacienda, Suárez cree que se sembrara alrededor de 140 mil hectáreas en invierno y 160 mil en verano, con una cosecha esperada para abril.
