El impacto económico de la transformación de las granjas avícolas a sistemas sin jaulas supondrá para los productores españoles de huevo unas inversiones totales de más de 2.300 millones de euros, ha señalado la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo).

Los productos tendrán que hacer esta adaptación para adaptarse a la nueva normativa europea de bienestar animal, por lo que el sector ha reclamado a la Comisión Europea (CE) que en el desarrollo de esta propuesta legislativa incorpore ayudas financieras adicionales a las de la Política Agraria Común (PAC) y que sean proporcionales a la inversión realizada por los avicultores.

Inprovo ha destacado este jueves que es imprescindible que la nueva normativa se sustente sobre un análisis «completo e independiente», basado en evidencias científicas y técnicas sólidas, que tenga en cuenta la evaluación del impacto socioeconómico de las medidas y que ayude a entender los riesgos, costes y necesidades que implica para el sector la eliminación total de las jaulas.

La organización ha pedido en un comunicado que la transformación de las granjas se realice de manera paulatina y se establezca un plan con ayudas para los productores que no deseen continuar su actividad.

En cuanto al plazo de adaptación de 10 años propuesto por la CE, Inprovo ha considerado que se trata de un periodo «insuficiente» para la mayor parte de los operadores del sector y, en su lugar, ha propuesto un plazo mínimo de 15 años para evitar perder a las granjas con menor capacidad financiera o crediticia.

La organización ha manifestado su preocupación por los cambios en la densidad máxima de las granjas que propone la CE, que pasa de 9 a 5 gallinas por metro cuadrado en espacios interiores y de 7 gallinas por metro cuadrado a 2 en el caso de que tengan acceso exterior.

Una trabajadora del sector del huevo. Efeagro/Cedida por Inprovo

Según el Comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas comunitarias (Copa-Cogeca), con esta nueva medida el número de gallinas ponedoras podría descender un 13 % en la Unión Europea y pasar de los 379 millones de aves actuales a un censo de 330 millones, ha señalado.

A su juicio, para mantener los actuales niveles de producción serán necesarias inversiones de 800 millones de euros y disponer de importantes extensiones de terreno apto para su construcción.

Inprovo ha detallado algunos de los sobrecostes que conlleva la nueva normativa: para producir una docena de huevos en el sistema de gallinas sueltas en gallinero sería de un 17,3 % más y en las gallinas camperas, del 30,9 %.

Además, ha estimado un repunte de los costes regulatorios cercano al 40 % respecto a los que soportan los principales países terceros competidores, a lo que suma otro 16 % de sobrecoste que ya asumen los productores de huevos europeos en sistema de jaulas acondicionadas, que es el de menor coste.

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