La investigación juega un papel fundamental en el sector agropecuario, no solo en Ecuador sino a nivel global. En un contexto donde la población mundial sigue creciendo y los recursos naturales son cada vez más limitados, la agricultura enfrenta el desafío de aumentar la producción de alimentos de manera sostenible y eficiente.
La investigación agrícola no solo impulsa la innovación tecnológica, sino que también mejora la productividad, la resistencia de los cultivos ante enfermedades y el cambio climático, y promueve prácticas agrícolas más sostenibles. Además, facilita la transferencia de conocimientos y tecnologías a los agricultores, contribuyendo así al desarrollo económico y social de las comunidades rurales.
Dada la importancia del tema para el desarrollo del país, Diario EL PRODUCTOR, dialogo con Raúl Jaramillo, Director General del Instituto de Investigaciones Iniap, para conocer como esta Ecuador en un campo tan importante.

¿Como Avanza la Investigación Agropecuaria en el país?

Bueno, con limitaciones, con desafíos, con problemas que nos aparecen más frecuentemente de lo que yo quisiera, pero avanzamos.
Nosotros tenemos un gran equipo gente pegada a la camiseta del Iniap y fruto de eso se están logrando cosas interesantes, avances tecnológicos, nueva visión sobre la manera en la cual nosotros nos relacionamos con los productores y con la industria privada. Hay desafíos constantes, pero yo tengo optimismo. Yo creo que como Ecuador y comunidad vamos a salir adelante.

¿Cómo va el relevo generacional de profesionales?

Es un desafío, nosotros tenemos limitaciones presupuestarias que hace complejo atraer talento joven. Pero gracias a la gestión, ahorita tenemos un fondo de investigación, nosotros hemos logrado con ese fondo iniciar treinta y cuatro proyectos, contratar alrededor de cien profesionales en esos proyectos. No son nómina del instituto todavía, pero mi aspiración es que muchos de ellos continúen una carrera de investigador con nosotros a futuro. También estamos trabajando con el Ministerio de Trabajo, con el Ministerio de Finanzas, con el apoyo muy importante del Ministerio de Agricultura, en darle un giro a este tema de la proyección de personal de investigadores y de técnicos para el instituto. Estamos empezando a levantar nuevas partidas, aumentando nuestro potencial de contratación, y viendo si es que podemos encontrar esos esos jóvenes que pueden tomar este desafío.
El camino de investigador es un camino duro, Uno demora más o menos diez años de formarse como investigador y el resto de su vida para ser especialista en distintos temas.

¿Ustedes ya no son un instituto autónomo?

No somos autónomos, desde hace algunos años que el instituto perdió su autonomía, nos manejamos de acuerdo a los criterios de manejo de fondos públicos que le atañen al resto del sector público, mi esfuerzo es tratar de que distingan, de que nosotros y los institutos públicos de investigación deberían ser manejados con un criterio particular. Ahí está la ley y el código ingenios de alguna manera trata de diferenciarnos, pero hay un camino todavía ahí para para trabajar, fundamentalmente al tema presupuestario.

¿Siendo el Iniap un ente tan importante porque no se han hecho convenios con la empresa privada para buscar apoyo económico, siendo los más beneficiados?

Esa es una de las preguntas correctas que hay que hacer. Como yo logro que todo este esfuerzo que nosotros estamos haciendo se traduzca en tecnologías que la gente conozca y adopte. Entonces para mí es fundamental hablar con los actores de las cadenas productivas, con los productores, con la empresa privada, con la academia, para que ellos de alguna manera sean nuestros socios. En esto estamos trabajando. Hoy con la liberación de Iniap veinte, nueva variedad de arroz, es un es un ejemplo, un modelo de esta tecnología que estamos aplicando.
Aquí nosotros estamos trabajando ya con esta esta nueva imagen del Instituto, de la Tecnología Iniap, que usted va a ver ahí en nuestros en las bolsas de semilla, en los productos que también van a salir con trigo, en la sierra dentro de poco, también va parecer el distintivo de la tecnología, para que la gente empiece a reconocer que este esfuerzo que hacemos nosotros, la inversión que hace el país empieza a dar réditos.

¿Cuáles son los principales retos que usted se ha propuesto?

Bueno, en primer lugar, tratar de que nos conozcan, hacer un tema de comunicación muy efectiva para que el instituto no solamente lo defienda yo, sino que el instituto lo defiendan los propios productores. Le comento después de las mesas de diálogo que dio con las organizaciones indígenas, después del paro, uno de los acuerdos fue fortalecer al Iniap, porque nosotros hablábamos de la importancia y las organizaciones sociales lo entendieron. Recientemente, estuve con organizaciones como Cornarroz que reconocen que se necesita un instituto fortalecido, Y ahora con la empresa privada, ellos nos dicen para nosotros es importante que los científicos del Iniap trabajen con nosotros. Cuando se logra eso, comunicacionalmente, yo creo que estemos un poquito más adelante.
Lo otro son temas de gobernanza, son temas de gestión interna, son temas de obtener y saber manejar fondos de la cooperación internacional, que hay abundantes oportunidades de conseguir, pero nosotros tenemos en el esquema actual del sector público una serie de pasos que son complejos de superar. Estamos incluso tratando de cambiar cierta normativa para el manejo de nuestros fondos internacionales y hacerlo más efectivo. Igual hemos gestionado y es sumamente importante hablar el fondo de investigación Fiasa, que lo maneja el instituto, que lo hemos posicionado, estos 34 proyectos que le mencioné, son resultado de ese esfuerzo y vamos a seguir insistiendo, la idea es que al igual que Brasil, Israel, otros países, lograr que se instituya una inversión continua en investigación y en agricultura y el Iniap debe ser la portabandera, el estandarte en estas cuestiones.

¿Ustedes han hecho un cálculo de más o menos cuál sería el presupuesto ideal para alcanzar los proyectos necesarios?

No es tanto como usted se imaginaría. Yo analizo bajo la óptica de la FAO y otras organizaciones que se han hecho esa pregunta, que han estudiado los ejemplos de Europa, de Asia, de Israel, y más o menos necesitamos invertir de manera anual continua como digamos una preasignación permanente 1% del producto interno bruto agrícola.
Para dar una idea, el Brasil en lo gigante que es en el tema agrícola invierte más del 2,5% de su producto interno bruto agrícola en investigación y ciencia. Por eso en Embrapa es el gigante que es, por eso tiene todas las unidades de investigación y desarrolla tecnología de manera acelerada, convirtió a Brasil de un importador al mayor agro-exportador. No necesitamos mucho más que eso. Son más o menos 55 millones de dólares que deberían asignarse eterna continuamente a la investigación agrícola y yo estoy seguro que la cara del país cambiaría y tendríamos otra realidad para nuestra agricultura.

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