En 1971, el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano se preguntaba: “¿Qué sería del imperio (haciendo referencia a Estados Unidos) sin el petróleo de América Latina?”.

Hoy, 46 años después, el interrogante es a la inversa. La primera economía del mundo ya exporta mucho más derivados del oro negro de lo que compra al sur de la frontera.

El cambio se produjo en octubre de 2016, cuando el país norteamericano registró un superávit comercial de más de 80.000 barriles diarios de hidrocarburos, que llegó a ampliarse en diciembre a más de 335.000 barriles, según las cifras de la Oficina de Información de Energía estadounidense.

El viraje no es casual. Durante la última década, la economía de EE. UU. se ha atiborrado de petróleo debido a la fractura hidráulica (fracking), que le ha permitido incrementar la producción de crudo un 71,2 % y reducir las importaciones un 26,4 %, según la EIA.

Así, los estadounidenses han podido aprovechar la sed de combustibles latinoamericana, que ha ido en aumento, tanto por las necesidades de su parque automovilístico como de las centrales eléctricas.

Unas exigencias que los países de la zona han sido incapaces de saciar, puesto que sus refinerías se han quedado obsoletas por falta de inversión. “El surgimiento de EE. UU. como potencia petrolera casi autosuficiente no solo impone el reto de ser un competidor poderoso, sino también reduce su papel como consumidor”, explica Alfredo Coutiño, director de Moody’s para América Latina.

Por si fuera poco, Canadá ha estrechado su relación con EE. UU. en los últimos 10 años, y ha ampliado sus ventas de petróleo pesado, suplantando de esta forma a México y Venezuela, principales exportadores latinoamericanos de este producto. “El cambio en la balanza es radical”, señala Gonzalo Escribano, responsable del programa Energía, del español Real Instituto Elcano.

En 2005, año en el que la economía estadounidense se entregó al fracking, los canadienses acaparaban el 17 % de sus importaciones. Ahora controlan casi el 40 %, según la EIA. En tanto, las ventas mexicanas se han reducido un 62 % y las venezolanas un 40 %. Brasil, Colombia, Ecuador y Argentina han sentido menos el golpe.

Datos

Fracking

La extracción de petróleo de la ruptura de la roca, una nueva técnica, permitió a EE. UU. aumentar un 72 % su producción y reducir las importaciones un 26,4 %.

Canadá

Ha aumentado las transacciones petroleras con EE. UU. y eso ha desplazado a México y Venezuela. Ocupan el 40 % de las importaciones estadounidenses.

Los países latinos

Brasil, Colombia, Ecuador y Argentina se han visto menos afectados que México y Venezuela, que tenían a EE. UU. como principal destino de su petróleo.

 

Fuente: Expreso | ElProductor.com

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí