De acuerdo con Jacques Terblanche, quien fundó Graceland Garlic Seed junto con su padre, a la hora de plantar ajo hay que tener en cuenta muchos factores. Si bien el cultivo se puede cultivar con éxito en un amplio abanico de suelos y casi en cualquier clima, donde mejor funciona es en suelos con buen drenaje y un pH de entre 6 y 7,5.

«La marga arenosa es ideal. Se prefieren los suelos con un elevado contenido de materia orgánica gracias a su mayor capacidad de retención de la humedad y los nutrientes. Estos suelos también son menos propensos a formar costras y a compactarse», explica. Los tipos de suelo muy pesados dificultan la expansión del bulbo, en particular si se permite que se seque, y el resultado son bulbos de forma irregular. En suelos poco arenosos y con poca capacidad de retención de la humedad se necesitan intensivas prácticas de gestión del suelo.

El cultivar adecuado
El ajo egipcio blanco, el egipcio rosa y el ajo gigante se plantan desde hace muchas generaciones en Sudáfrica y estos cultivares se han adaptado bien a los climas locales. «El ajo prefiere los días más cortos y más frescos del invierno y resiste a las heladas», señala Terblanche. «Para que aumenten las posibilidades de que el cultivo sea bueno, es importante ceñirse al periodo de plantación correcto, de febrero a mayo, pero depende de en qué lugar de Sudáfrica cultivemos».

Añade que una semilla de buena calidad es la base de una buena cosecha: «Es imposible cosechar un buen cultivo a partir de una semilla mala. Un error habitual que la gente suele cometer es comprar ajo fresco de la tienda y plantar los dientes a modo de semilla. Suelen ser estériles y no producirán bulbos de suficiente tamaño. Lo mejor es comprar la semilla de un proveedor de confianza».

Las variedades egipcias de ajo pueden producir hasta 6 toneladas por hectárea, y la variedad gigante produce hasta 12 toneladas por hectárea.

Reducción de las importaciones
Según la Asociación de Productores de Ajo de Sudáfrica, las importaciones de ajo son el mayor desafío para lograr un sector ajero local sostenible. El dumping de ajo chino en particular es un problema grave.

Los productores sudafricanos necesitan ganarse la confianza de los grandes compradores, que son los supermercados. La larga vida útil del ajo y la disponibilidad de ajos de buena calidad en el mercado mundial hacen más fácil para estos grupos hacer el pedido de ajo a un proveedor de confianza en un país extranjero que buscar ajo de proximidad. Un primer paso para el sector interno sería crear un canal de comercialización central para el ajo de producción nacional.

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