El silicio es un componente básico de la corteza terrestre, siendo después del oxígeno el
elemento más abundante del planeta. Es un elemento utilizado en la agricultura aunque no
esencial, como lo es el manganeso o el zinc, pero sí se sabe a ciencia cierta que los
beneficios que aporta son muy importantes. Este elemento no manifiesta síntomas de
deficiencia específicos y quizás por esta razón podría justificarse el por qué el silicio ha sido
un elemento olvidado. Hay que destacar que no se ha considerado como fertilizante hasta
hace poco y hoy se sabe que juega un papel fundamental en la nutrición vegetal; sin
olvidarnos de que también es eficiente en determinados aspectos de la sanidad de las
plantas.

Para informarnos con más detalle sobre las particularidades de este elemento en el campo
agrícola, Pilar Florensa Porta, del Departamento Técnico Comercial de la firma Productos
Agrícolas Macasa, nos aporta aspectos técnicos sobre el silicio que sin duda ayudan a
reconocer su importancia agronómica.

Se habla mucho del silicio ¿Qué es el silicio de uso agrícola?
Podríamos decir que el silicio de “uso agrícola” es aquel que, de una u otra forma, se aplica
sobre las plantas por vía foliar o radicular. Este concepto no se refiere únicamente a formas
solubles y asimilables, sino también a formas insolubles como el caolín.

Hay dos tipos de aplicaciones que pueden hacerse y que corresponden a dos objetivos muy distintos: Aplicaciones de caolín (insoluble) y aplicaciones de formulaciones solubles y
asimilables con fines nutricionales. Lo que podríamos llamar de forma sencilla sílice externa
y silicio interno.

Con las aplicaciones de caolín conseguimos cubrir las hojas con una capa blanca que actúa
como barrera física. Ésta refleja una parte de la luz solar y por tanto actúa como protector
frente a los golpes de calor. El caolín, igual que ocurre con las aplicaciones de cobre o
azufre, puede ser lavado por la lluvia y al no ser asimilable, no tiene una acción fertilizante.
La aplicación de formas solubles pretende que el silicio sea absorbido y actúe como
nutriente. Aunque el silicio no está considerado como un elemento esencial, los efectos
beneficiosos de su aplicación están totalmente contrastados.

El estudio del silicio como nutriente, es sobre lo que se ha centrado nuestra empresa desde
hace más de 8 años. Hasta el momento parecía que la principal ventaja de su aplicación era la producción de plantas más fuertes, duras y elásticas; que nos aseguraran cultivos más robustos y con un mejor comportamiento postcosecha. Considerábamos secundario el efecto de control hídrico y la tolerancia a la sequía y a los golpes de calor. Pero los episodios de altísimas temperaturas y sequías severas que se están produciendo, de forma más intensa y habitual, han hecho que el efecto sobre el control de la evapotranspiración sea cada vez más interesante.

¿El silicio es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre ¿Está igualmente disponible para la planta?
El silicio es un componente básico de la corteza terrestre. Después del oxígeno, es el
elemento más abundante del planeta. Su abundancia contrasta con su escasa disponibilidad, ya que la mayoría de las formas químicas en las que está presente en el suelo son insolubles.

La forma química más abundante es la de dióxido de silicio que suele formar silicatos
insolubles de estructura muy compleja con magnesio, calcio, sodio, aluminio, etc. La forma
soluble que encontramos en el suelo, el ácido ortosilícico, se forma muy lentamente a partir
de formas insolubles o de compuestos orgánicos. Esto es lo que provoca la poca
disponibilidad.

En los ecosistemas naturales o en la agricultura de subsistencia las reposiciones de material vegetal compensan las extracciones de silicio y se mantienen niveles bastante estables en el suelo.

¿Qué ocurre con la disponibilidad del silicio en la agricultura intensiva?
Cuando la agricultura se intensifica este equilibrio se rompe. Las extracciones aumentan,
sobre todo en cultivos exigentes como el arroz y los cereales; que no hay reposición porque
se incorporan pocos restos vegetales y la disponibilidad en el suelo va descendiendo. En la
actualidad, los niveles de silicio disponibles en la mayoría de suelos, son totalmente
deficitarios.

Como el silicio es un elemento que no tiene una repercusión directa sobre la producción, no
se había considerado, hasta ahora, como elemento fertilizante. No se incluía en los planes
de abonado y como consecuencia la mayoría de los cultivos tienen niveles muy bajos de este elemento.

¿Repercute esta falta de silicio en los cultivos en el valor nutricional de los alimentos?
Si, la ingesta de silicio en la dieta ha descendido y por esta razón se comercializan
complementos nutricionales para compensar estas carencias. Hay que tener en cuenta que
el silicio tiene efectos beneficiosos sobre el buen funcionamiento de las articulaciones y
también sobre la fortaleza de uñas y pelo. Es decir, si aumentamos el contenido de silicio de los alimentos, mejoraremos su valor nutricional.

¿Qué función tiene el silicio en las plantas?
El silicio tiene dos acciones diferenciadas. Primero interviene en los mecanismos
metabólicos de regulación de nutrientes y relacionados con la fotosíntesis y después, si hay
silicio suficiente, se acumula en las paredes celulares en forma cristalina y amorfa.
El papel que desempeña en el metabolismo vegetal no está del todo claro, pero sí que está
totalmente contrastada su influencia positiva sobre el balance de nutrientes. Aumenta las
sinergias, reduce antagonismos y también reduce la absorción de elementos que pueden
llegar a ser fitotóxicos.

Por ejemplo, aumenta la absorción del fósforo cuando es deficitario y lo reduce cuando está
en exceso. Reduce la absorción de sodio en condiciones de aguas y/o suelos salinos y
también reduce los síntomas de toxicidad por metales pesados como puede ser el caso del
aluminio en suelos con pH muy ácido.

Al final esta mejora en la gestión de los nutrientes comporta un mayor aprovechamiento de
los recursos. En definitiva, una gestión de los fertilizantes más sostenible. En agricultura
ecológica, en la que la disponibilidad de algunos nutrientes puede llegar a ser un factor limitante, aumentar la capacidad de las plantas para aprovecharlos, es muy importante.

El silicio tiene, por tanto, una acción claramente bioestimulante. La función estructural que
desempeña el silicio deriva de la acumulación que se produce en la epidermis de las hojas,
tallos y frutos. Este refuerzo de las paredes celulares hace que la planta sea más robusta,
dura y a la vez elástica. Los beneficios que vamos a obtener son importantes:
Mayor control hídrico. Tendremos una mayor tolerancia al estrés hídrico y a los golpes
de calor. También, en situaciones normales, tendremos un menor consumo de agua de
riego.

Esta característica va a ser cada vez más importante por los episodios de calor
extremo que, parece ser, van a ser más frecuentes e intensos con el cambio climático.
Mejora del comportamiento post cosecha. Los frutos serán más resistentes al
transporte y al manejo; y las podredumbres asociadas también se reducirán por el
hecho de que les va a costar más penetrar en el fruto. Esta acción sería muy parecida
a la que conseguimos con los aportes de calcio. Si por el contrario tenemos episodios
de exceso de lluvia, la mayor dureza de los tejidos reducirá el encamado en cereales y
las podredumbres en frutos. La elasticidad que confiere el silicio aportará una mayor
tolerancia al craking, sobre todo en cerezas.

Incorporar silicio en los planes de abonado, puede ser una herramienta más a tener en
cuenta en las estrategias sanitarias. Esta incorporación debe hacerse siempre
controlando el aporte de nitrógeno que tiene un efecto totalmente contrario. Lo que
nos conviene es tener plantas más duras y resistentes, y el exceso de nitrógeno las
hace más tiernas y vulnerables.

Así, en situaciones de alta incidencia de pulgón, oidio, botrytris, monilia, etc., reducir los
aportes de nitrógeno y aumentar los de silicio, así como los de calcio, será una estrategia
que va a jugar a favor nuestro.

¿Cómo se manifiesta la deficiencia de este elemento?
No hay síntomas de deficiencia específicos para este elemento. Ésta podría ser la razón por
la que el silicio ha sido un elemento olvidado, que no se ha considerado como fertilizante
hasta hace poco. No es un elemento esencial, como podría ser el manganeso o el zinc, pero
sí se sabe, a ciencia cierta, que los beneficios que aporta son muy importantes.
Los cultivos con poco silicio presentan problemas similares a los que provocaría un exceso
de nitrógeno: plantas más débiles, hojas y brotes más tiernos, menor control hídrico, peor
conservación post-cosecha, encamado, etc.

¿Qué métodos de aplicación tiene en cultivo?
La aplicación de sílice como caolín, sólo se realiza en pulverización foliar en forma de polvo
mojable.

La incorporación de silicio como nutriente soluble puede hacerse por pulverización foliar o
por vía radicular en fertirrigación. Será necesario tener en cuenta el pH de los formulados
ya que los que tienen pH alcalinos tendrán más dificultad de mezcla que los formulados de
pH ácido.

¿Hay cultivos especialmente sensibles a su deficiencia?
Los contenidos de silicio en las plantas son muy variables. Hay cultivos, que a pesar de
tener una buena disponibilidad, presentan contenidos no superiores al 0,5% y otros
cercanos al 5%.

El arroz y el trigo son dos de los cultivos que tienen contenidos mayores de silicio. Estos
cultivos son los que reaccionan de forma más positiva, aumentando su producción a la
incorporación de este elemento y los que sufren más su deficiencia.

Pero, las necesidades de conservación post-cosecha que la exportación impone, hace que el
silicio sea importante para aquellos frutos y hortalizas más sensibles al transporte. La fresa, las cerezas, la fruta y los cultivos hortícolas van a comercializarse mejor gracias al aumento de su conservación post cosecha.

También será importante para aquellos cultivos de secano que están ya sufriendo las
consecuencias del cambio climático como la viña y el olivar. Las aplicaciones de silicio van a
hacer que puedan sobrellevar mejor la combinación de sequía y altas temperaturas.

¿Qué papel juega el silicio como bioestimulante?
El efecto bioestimulante del silicio se basa en su acción de mejora del balance de nutrientes.

A igual disponibilidad de nutrientes las plantas con un mayor contenido en silicio
conseguirán mejores rendimientos.

Otro efecto bioestimulante será el conseguido en situaciones de exceso de sodio y de
metales pesados, como puede el caso del aluminio en suelos ácidos. En estas situaciones, las plantas con más silicio, absorberán en menor medida estos elementos y tendrán un mayor crecimiento.

El último efecto bioestimulante vendrá determinado por la menor parada vegetativa que se
va a producir en situaciones de fuerte estrés hídrico y/o golpe de calor.

¿Ayuda a conseguir cosechas bajo escasez razonable de agua?
Sí. El silicio puede llegar a reducir las necesidades de agua de forma considerable. Algunos
estudios hablan de reducciones de hasta un 20% en hortícolas. El mismo mecanismo de
control hídrico que nos ayuda en situaciones extremas de sequía, hace que podamos reducir el riego.

El silicio va a ser muy importante para un buen mantenimiento de aquellos cultivos que sólo tienen un riego de soporte o deficitario, si se producen situaciones extremas de altas
temperaturas.

Habrá que considerar este elemento como un gran aliado para establecer estrategias de
adaptación de la agricultura al cambio climático.

El agricultor ¿Cómo encuentra formulado este elemento en los almacenes para su aplicación? ¿Debe tener algún tipo de precaución el productor ante la oferta de formulados con silicio en el momento de su elección?
Existen ya en el mercado bastantes formulados a base de silicio. Lo que hay que tener en
cuenta es la concentración y sobre todo el pH. Este determinará en gran medida las
compatibilidades. Los formulados alcalinos tendrán menor capacidad de mezcla.

2 COMENTARIOS

  1. Saludos este artículo sobre el silicio es de mucha ayuda para todos los que estamos vinculados a la actividad agrícola, teniendo con ésto una herramienta muy útil para enfrentar el cambio climático el cual ya lo estamos viviendo

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