Vista general de los daños producidos por el incendio en Villardeciervos (Zamora), en la sierra de la Culebra. EFE/Mariam A. Montesinos

Las especies vegetales amenazadas por los incendios u otras catástrofes como la guerra de Ucrania o el temporal Filomena tienen en Madrid un lugar seguro: un banco de semillas que no solo las preserva sino, también, las clona para poder seguir plantándolas en un futuro.

Ese lugar es el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra), donde se conservan las semillas de árboles ubicados en parajes como la Casa de Campo o el Retiro.

El nombre técnico es ‘banco de germoplasta forestal‘ y en él, las semillas de los árboles se mantienen gracias a un proceso denominado criogénesis somática.

Se trata de recuperar todo el ADN del árbol a través a una simple estaquilla del mismo para poder replicarlo y crear uno idéntico.

Con esta cadena el Imidra ha conseguido preservar árboles de hasta 300 años que ahora se ven expuestos a catástrofes climáticas que hacen tambalear sus raíces.

Este instituto, dependiente de la Comunidad de Madrid, es la primera institución que tiene un banco de estas dimensiones, según detalla en declaraciones a Efeagro su director gerente, Sergio López.

Y añade también que poseen más bancos con otros tipos de semillas como las hortofrutícolas en fincas como una de las colaboradoras del instituto en Alcalá de Henares.

Ya han salvado 300 semillas de tomate madrileño

López resume la labor que realizan con este proyecto como una «custodia del patrimonio genético», una acción con la que ya han logrado salvar, por ejemplo, hasta 300 semillas de diferentes variedades de tomate madrileño.

En total, el instituto madrileño trabaja con nueve fincas de la comunidad para llevar a cabo un trabajo de innovación científica aplicada en concreto a la agricultura y a la ganadería.

Por ejemplo, tienen uno de los «mayores centros de olivicultura» donde investigan soluciones para el olivar y otro, en Arganda del Rey, en el que realizan ensayos para la producción del tomate y el melón.

En la zona norte de la comunidad han puesto en marcha una proyecto para la mejora genética de la raza avileña y que el animal tenga un mejor rendimiento en estas explotaciones.

Conocimiento, inversión e investigación

Aparte de la innovación en el propio sector primario, uno de los objetivos del instituto es promover el consumo de alimentos de origen local y que los ciudadanos conozcan las diferentes variedades de la tierra.

Por ello, entre sus líneas de actuación también se encuentra una llamada ‘Degusta Madrid’ en la que ponen a disposición del público general una cata de alimentos realizada por chefs de la Comunidad de Madrid.

Con esta prueba tratan de hacer una labor más orientada a la pedagogía y la comunicación con los alimentos autóctonos.

Asimismo, el director gerente defiende que, para poder desarrollar todas estas iniciativas y seguir apostando por el campo madrileño es esencial la inversión público-privada.

Una de las variedades de tomate que el Imidra ha conseguido rescatar. Efeagro/Celia Arcos

Por ejemplo, una de las últimas colaboraciones que han llevado a cabo es con la cadena de supermercados Alcampo a través de la que comercializarán en sus tiendas variedades de tomate de la región que sacadas del banco de semillas.

López ha adelantado a Efeagro que la siguiente línea de actuación será el ‘Madrid Rural’, un proyecto «cooperativo» basado en una plataforma logística donde los agricultores oferten sus productos de temporada.

El objetivo es romper con la «atomización de la horticultura» que carece, según López, de un «canal claro de comercialización».

Todo ello, medidas y proyectos del Imidra que este año celebra su 25 aniversario y que pretende seguir trabajando para poner en el mapa el sector primario de la capital.

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