Conocer los síntomas de la anemia es importante para evitar confundirse con otras enfermedades.

Aprender a distinguir los síntomas de la anemia en el ganado es algo importante para no confundirla con otro tipo de enfermedad y realizar el tratamiento adecuado.

La anemia es un término que se refiere a una oxigenación deficiente. En general, un animal anémico se observa débil, con poca actividad o desplazamiento, con respiración acelerada, es por eso, que suele confundirse con una enfermedad respiratoria.

Si se le examina se puede observar pulso acelerado y débil, presión arterial baja y palidez; todo esto, se debe a mecanismos compensatorios ante la necesidad de llevar oxígeno de manera prioritaria a los órganos vitales (corazón, hígado, riñones, principalmente), explica Flavia Morag Elliff, especialista técnica en salud animal de Ourofino.

La palidez es principalmente un signo de vasoconstricción periférica; además de la anemia, las causas más comunes en animales de producción son: un fuerte estrés (por manejo), subnutrición y frío.

Técnicamente la anemia se describe como una disminución en el número de glóbulos rojos, en la concentración de hemoglobina, y en el hematocrito (volumen que ocupan las células en la sangre). Por esto, cuando un animal presenta signos de mala oxigenación, el análisis cuantitativo de la sangre (hemograma) es de gran ayuda.

Por ejemplo, si el hematocrito es bajo y la concentración media de hemoglobina es normal, es probable que la causa sea una hemorragia o una hemólisis (destrucción de glóbulos rojos). En el hemograma hay indicadores que ayudan a los veterinarios a saber las causas de anemia, si es un proceso agudo o crónico, y si el organismo está respondiendo favorablemente para resolver el desajuste. (Lea en CONtexto ganaderoAnemia por hemoparásitos en zona cálida, un problema que genera grandes pérdidas)

Las causas

Los veterinarios de mascotas (perros, gatos) tienen que pensar en un abanico muy amplio de posibles causas de la anemia en dichos animales, sin embargo, en el caso de los rumiantes las causas a tener en cuenta, prácticamente son tres.

En primer lugar está la subnutrición o ingesta insuficiente y prolongada de energía, proteínas, vitaminas, minerales, etc. Sucede comúnmente en épocas de estiaje, animales recién destetados y/o confinados.

La segunda es la anemia hemolítica o anaplasmosis, piroplasmosis por Babesia spp., plantas tóxicas, clostridiosis, metales pesados, algunos medicamentos.

La tercera es la hemorragial u otras pérdidas (herida externa, traumatismo interno, garrapatas, moscas, parásitos intestinales, úlceras abomasales por medicamentos, úlceras ruminales por acidosis).

Un caso agudo, por hemorragia o por destrucción de glóbulos rojos (como en la anaplasmosis), puede poner en peligro la vida de los animales. Un animal muy anémico puede colapsarse (desmayo y estado de choque) en una simple caminata. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las anemias son leves o moderadas y suelen llegar a durar mucho tiempo (crónicas) y el organismo hace uso de mecanismos compensatorios que protegen la vida del animal. En consecuencia, los animales presentan una baja productividad en general (crecimiento, conversión alimenticia, capacidad reproductiva) y, son más susceptibles a enfermedades infecciosas y metabólicas. (Lea en CONtexto ganaderoConozca cómo afectan los hemoparásitos al ganado bovino)

De acuerdo con lo expuesto por la profesional, una anemia puede predisponer y/o agravar otra enfermedad, como cuando los animales presentan anemia leve, moderada o grave por Anaplasmosis o Piroplasmosis y suelen presentar enfermedad respiratoria. Esto es muy común a los pocos días de la llegada al corral de engorde, cuando los animales se inmunodeprimen, los hemoparásitos proliferan, y se sucede la anemia y muchas veces la infección respiratoria.

Prevención

Teniendo en cuenta la causa de la anemia es posible prevenirla. Es importante manejar una alimentación que asegure la correcta ingesta de nutrientes, particularmente en épocas de escasez de pastos o en transiciones de alto impacto, como el destete, el parto/lactancia, entrada al corral de engorda, etc.

Así mismo, controlar eficazmente garrapatas, moscas y parásitos internos, aplicando programas estratégicos; hacer control profiláctico de Anaplasmosis y Piroplasmosis (dipropionato de imidocarb) cuando se prevean situaciones estresantes (destetes, lotificaciones, acopios, sequías).

Igualmente, en el tratamiento del Complejo Respiratorio Bovino, cuando se prevea una importante influencia predisponente y agravante por Anaplasmosis y Piroplasmosis se propone corregir procedimientos de manejo, que prevengan traumatismos, como los objetos metálicos en el retículo, golpes en trampas de manejo que ocasionan rupturas de músculos o vísceras.

Cuando se ha controlado la causa de la anemia, toca ayudar a los animales a reconstituir su sangre, para llegar a cantidades normales de eritrocitos y hemoglobina, lo cual, tarda de 3 a 5 semanas, por lo que se debe asegurar la adecuada nutrición.

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