Foto: elpaís.com

Se trata del Queso Azul de Cabrales, una obra maestra láctea que recientemente se ha ganado el título de «el queso más caro del mundo» según el registro de Guinness World Records.

Un queso azul de sabor robusto ha alcanzado la fama mundial y ha dejado una marca indeleble en la historia culinaria. Hablamos del Queso Azul de Cabrales, una obra maestra láctea que recientemente se ha ganado el título de «el queso más caro del mundo» según el registro de Guinness World Records, al ser subastado en una sorprendente cifra de 33.000 dólares.

Detrás de esta historia de lujo y sabor se encuentra Guillemo Pendás, un apasionado quesero de 32 años, que reside en España y ha dedicado su vida a preservar la tradición familiar y artesanal de la fabricación de quesos.

El proceso de creación

El queso azul de Cabrales no es un producto común, y su exclusividad radica en su proceso de fabricación meticulosa. Según contó Guillermo Pendás, a la W Radio, el queso se elabora en cuevas de alta montaña que se encuentran a 1.500 metros sobre el nivel del mar. Estas condiciones específicas de maduración en el entorno fresco y húmedo de las cuevas, sumadas a la altitud, dan como resultado un queso con características extraordinarias. La influencia de los hongos y bacterias presentes en el ambiente de las cuevas contribuye a la formación de las famosas vetas azules que le dan nombre al queso.

La riqueza de sabores del Queso Azul de Cabrales es una experiencia sensorial en sí misma. La leche de cabra aporta un toque picante y distintivo, mientras que el proceso de maduración en las cuevas desarrolla una complejidad de sabores que varían desde notas terrosas hasta matices salados y cremosos. Su intensidad y carácter hacen que sea un queso ideal para acompañar con vino o sidra, ya que sus sabores audaces se equilibran con estas bebidas. Para realzar aún más su perfil gustativo, se recomienda ser servido junto a dulce de manzana, pan artesanal, nueces y frutos secos, creando una experiencia culinaria completa y satisfactoria.

A pesar de su sabor excepcional y su estatus único en el mundo gastronómico, el Queso Azul de Cabrales es un producto que requiere apreciación y moderación. Su intensidad puede abrumar los sentidos si se consume en exceso, pero cuando se disfruta con prudencia y se combina con acompañamientos adecuados, proporciona una experiencia culinaria memorable.

El valor más allá del precio

El asombroso precio alcanzado por una pieza de este queso en la subasta no solo refleja su calidad, sino también el prestigio y la historia que lo respaldan. Esta pieza de queso se convierte en un símbolo tangible de la pasión y la dedicación que los queseros como Guillemo Pendás han invertido en su oficio durante generaciones. Además, el queso ha alcanzado la cima de la visibilidad mediática al ser destacado en las principales televisoras de España y el mundo, lo que agrega una capa adicional de reconocimiento a esta joya gastronómica.

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