Imagen Referencial/Por: Marlene Bernal.

En el año 2022, el sector lácteo ecuatoriano se consolidó como un componente vital de la cadena productiva, generando 5.5 millones de litros de leche al día, según datos del Clúster Lácteo del Ecuador.

Sin embargo, este éxito coexiste con un desafío persistente: la informalidad, que representa un considerable 38.5% en el volumen total de leche circulante, según el MPCEIP.

A pesar de estos desafíos, las exportaciones del sector lácteo ecuatoriano alcanzaron la notable cifra de USD 1.7 millones en 2022.

Productos como leche en polvo, quesos y yogur encontraron mercados sólidos en Colombia, Estados Unidos y Perú, según datos de la SENAE.

La lucha contra la informalidad se ha convertido en una prioridad para el Centro de la Industria Láctea (CIL), que colabora estrechamente con el sector público y privado.

La informalidad afecta especialmente a los pequeños productores, quienes no reciben un precio justo por sus productos, y a los consumidores, expuestos a riesgos para la salud al consumir productos lácteos de baja o nula calidad.

En este contexto, el CIL se propone aumentar el consumo interno, mejorar la competitividad y fortalecer la articulación entre los diversos eslabones de la cadena láctea en los próximos años.

Aunque se han logrado avances, el sector mantiene sus esfuerzos para posicionarse con más fuerza en el mercado extranjero y superar los desafíos internos que aún persisten.

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