El poblador Víctor Barzola contó que el hallazgo de los cientos de peces muertos se dio porque desde hace varios días un hedor invadía el recinto Las Cañitas.

“Nos dimos cuenta porque en el entorno esto apestaba demasiado, los gallinazos y las garzas se alborotaban, dando muestras de que algo pasaba”, expresó el morador.

Y es que de la noche a la mañana una gran cantidad de peces aparecieron flotando sobre las orillas de la parroquia Pimocha pertenenciente al cantón Babahoyo.

Hipótesis

Se cree que la descarga de agua contaminada con químicos que utilizan los agricultores para exterminar la plaga del caracol, sería el factor que propició
la muerte masiva.

Esta acción encolerizó en gran manera a los habitantes de Las Cañitas, puesto que muchos de ellos subsisten de la pesca artesanal en este sector, y a su vez los peces representan una fuente alimenticia para sus familias.

“No es la primera vez que se presenta una situación como esta, queremos que la justicia sea enérgica para los responsables de esta catástrofe porque no es posible que cada vez y cuando se esté atentando contra el ecosistema”, refirió Virgilio Carrera.

Malestar

Los peces y otras especies de fauna acuática, como el camarón de agua dulce están dispersos a lo largo de aproximadamente dos kilómetros del estero ‘El Jobo’, ubicado en la parroquia rural Pimocha.

La pestilencia que se ha generado también causaría afectación en la salud de los habitantes de Las Cañitas y otras comunidades aledañas que reprochan el mal accionar de inescrupulosos ciudadanos.

“Ni en el día ni en la noche podemos servirnos nuestros alimentos porque con esos olores no entra la comida, dan ganas de vomitar. Tenemos temor de que la descomposición de estos peces generen alguna epidemia, sobre todo en nuestros
hijos”, dijo Lucía Zúñiga.

Se investiga

Hasta el sitio llegó el agente de la Unidad de Protección de Medio Ambiente (UPMA), Iván Bastidas, quien presume que la mortandad se debería a una contaminación del agua con sustancias químicas tóxicas.

“Luego de que realizan la fumigación para el exterminio del caracol que se encuentra en el arroz, las aguas que ya no sirven las envían al canal, en este caso a estero denominado El Jobo”, explicó Bastidas.

Para efectuar las acciones pertinentes en el caso, en el área del incidente se toma muestras de peces y de agua, para hacer el análisis correspondiente que permita determinar que causó el deceso de los animales.

No obstante, se investiga a los responsable de este daño ambiental para que respondan por este delito que atenta contra el ecosistema.

Fuente: La Hora| ElProductor.com

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