Decenas de locales comerciales y restaurantes ya se encuentran atendiendo en cantones como Manta, Portoviejo, San Vicente y Rocafuerte, en la provincia de Manabí. Poco a poco, la economía se empieza a   normalizar luego del terremoto del pasado 16 de abril.

San Vicente, por ejemplo, se encuentra con un 90% de su infraestructura en buen estado pues las casas caídas o dañadas son pocas y se encuentran en sectores periféricos. Esto pese a estar cerca de Pedernales y Jama, cantones severamente afectados.

Edison Bravo Vélez, quien tiene una tienda de abastos en el cantón San Vicente, comenta que las labores en su local se reiniciaron rápidamente pues las personas debían adquirir productos básicos aún en tiempos de emergencia. “Nosotros estamos vendiendo de forma regular, al igual que el resto de locales comerciales. Quienes no están llegando son nuestros proveedores, les pedimos que vengan pues acá estamos trabajando normalmente”, señaló.

La infraestructura turística en este cantón también se encuentra disponible para recibir a las personas. Un ejemplo es el recientemente inaugurado malecón y el puente Los Caras, que une Bahía con San Vicente (que además es una vía primordial de acceso) y los hoteles.

Las actividades productivas también se normalizan en Manta, en los lugares que no fueron afectados por el terremoto. Por ejemplo la pesca, la venta de mariscos y de comida en el sector de Playita Mía, cercano a la parroquia Tarqui, se reactivó esta semana.

César Pillasagua es propietario de un restaurante allí y dice que con el pasar de los días las ventas han ido mejorando. “Todos los manabitas hemos ido notando que debemos seguir adelante, trabajando, pues es la única forma de superar las tristezas y resurgir”, dijo.

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Otros cantones, parcialmente afectados, como Rocafuerte y Montecristi, también continúan con sus labores habituales y típicas como la venta de dulces y artesanías respectivamente.

Irina Uchuari es una portovejense que decidió hacer turismo en su provincia y contribuir en la dinamización de la economía. “Nuestros hermanos ecuatorianos y en todo el mundo deben saber que Manabí no se destruyó, que estamos fuertes y con ganas de renacer. Hoy he comido en la vía y ahora como dulces en Rocafuerte porque la vida sigue”, señaló.

En cuanto a Portoviejo, las actividades comerciales y económicas se han reactivado parcialmente pues el centro fue el lugar más afectado. Tiendas y bancos se han reubicado en zonas periféricas para atender a la ciudadanía.

Fuente: El Ciudadano | ElProductor.com

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