El cacao es una fruta tropical, cuyos cultivos se encuentran en gran parte de la región costa del Ecuador y en el cantón Quinindé en los últimos años la siembra y posterior producción se ha incrementado notablemente en la zona rural.
Aunque no existe una cifra exacta de hectáreas cultivadas de cacao, en la geografía del cantón Quinindé es evidente que desde el año 2010 en adelante, los agricultores han llegado, incluso, a reemplazar la palma africana por siembra de cacao en sus propiedades.
Es el caso de Manuel Quiguango, quien tiene una propiedad de 12 hectáreas en el sector ‘El Mirador’, aseguró que hace cinco años se vio precisado a cortar el cultivo de palma africana, porque los precios de la tonelada de esa fruta eran inferiores a los gastos de producción.

Precios variables

“Me decidí a sembrar cacao de la variedad CCN-51, recibí asesoramiento técnico de forma particular, lo que me ayudó mucho en el mantenimiento de la plantación sobre todo en los tres primeros años; ahora la fruta la estoy cosechando sin mayores problemas, aunque los precios por quintal son muy variables”, manifestó el agricultor.
Mientras que Ingrid Delgado, que tiene sembradas seis hectáreas de cacao en su propiedad ubicada en el kilómetro 204, entre Santa Elvira y Pueblo Nuevo, manifestó que debido a la rentabilidad del cacao, tiene proyectado sembrar más de esta fruta en su extensa finca.
“Tengo en producción dos variedades cacao, es decir, el nacional o fino de aroma y el CNN-51; antes esta propiedad estuvo sembrada de palma aceitera, pero algunos factores adversos contribuyeron para que me decidiera por sembrar cacao; hasta el momento me va bien con esta fruta”, refirió la mujer.

La Pepa de oro

En la avenida 5 de agosto y Esmeraldas, en Quinindé, está ubicado el negocio de compra de cacao denominado ‘La Pepa de Oro’, cuyo propietario es Líder Loor, un conocido comerciante que tiene más de 30 años comercializando esta fruta tropical que, según testimonios de algunos productores, es el que mejor paga y le da un trato amable al agricultor.
El lenguaje de Loor es sencillo y muy comprensible, explica que pese a que ha sufrido cinco asaltos en su negocio, continúa comprando cacao, porque esto forma parte de su vida, jamás rechaza la fruta que llega del campo, asevera, solo que el precio difiere si el cacao llega maduro (en baba) es de menor valor que el que llega seco.
“2017 fue uno de los mejores años para la producción de cacao, en el cantón Quinindé, este año bajó un poco la producción, pero igual, los agricultores siguen sembrando en buenas cantidades, yo compro hasta 600 quintales semanales y los envío a la ciudad de Guayaquil, de ahí se va para el extranjero; yo mantengo mi negocio, gracias a los campesinos”, comentó el comerciante.

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