El secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dio un espaldarazo al presidente Lenín Moreno.
El representante del Sistema Interamericano se reunió ayer con el Jefe de Estado en Carondelet, donde “elogió” las acciones adoptadas por el régimen durante el paro, sobre todo, en su apertura al diálogo social y político.
“Queremos felicitarlo por las decisiones que fue tomando en los días de la protesta, de aislar la protesta social de los violentos, de la criminalidad, de la advocación política que no respeta principios de democracia y derechos humanos”, señaló el Secretario.
Más temprano, Moreno y Almagro participaron en la inauguración de la Séptima Reunión de Ministros de Seguridad de las Américas (Mispa).
Se trata de un encuentro hemisférico para sumar esfuerzos con el propósito de enfrentar a la delincuencia organizada transnacional. En la cita, que se extiende hasta hoy, participan 14 ministros de Seguridad, cancilleres y viceministros de la región.
El inicio del Mispa coincide con las protestas violentas en Chile, Bolivia y Haití, por lo que la ministra de Gobierno, María Paula Romo, planteó evaluar estos procesos para que “no vuelvan a repetirse”.
La funcionaria refirió que, en el caso de Ecuador, causó preocupación una nueva forma de violencia organizada, financiada, que “aprovechando los momentos de crisis busca crear conmoción no solo para desestabilizar gobiernos, sino deslegitimar la democracia y el Estado de Derecho”.
Romo hizo una diferenciación con la protesta social y dijo que el proceso que vivió el país fue complejo, con motivaciones diversas. “Para aquellas protestas que se encuentran en el descontento frente a una realidad social o económica, la respuesta del Estado ha sido la escucha, el diálogo”.
Almagro también ofreció un discurso apegado a esa postura. Refirió que las marchas y manifestaciones forman parte de la libertad de expresión, pero rechazó los actos vandálicos, como la quema del edificio de la Contraloría.
El chileno cree que estos grupos violentos impulsan “otros intereses políticos, de interrupción de mandatos constitucionales”. El Secretario de la OEA y la ministra Romo reiteraron la necesidad de hacer frente a problemáticas estructurales para alcanzar una mayor seguridad en el continente.
Citaron a la desigualdad, la pobreza, la exclusión social, entre otros factores, como tareas pendientes de los Estados. En su discurso, el presidente Moreno volvió a referirse a la actuación del anterior Gobierno.
Apuntó que muchos pueblos han heredado crisis derivadas de “políticas irresponsables y demagógicas”. Asimismo, se refirió al paro nacional que afectó el país y ratificó que hubo “grupos armados infiltrados” que buscaban desestabilizar la democracia.
Anunció que las protestas en Ecuador produjeron una afectación de USD 2 500 millones, es decir, casi el 3% del Producto Interno Bruto (PIB). Por ello, pidió adoptar una posición “fuerte, regional e integral para enfrentar a los enemigos de la democracia”.
Por la tarde, el Secretario de la OEA dio una conferencia en la Cancillería. Abordó los retos futuros de la democracia. Además, destacó el compromiso mostrado por el Ministerio de Relaciones Exteriores con el Sistema Interamericano.