El espárrago peruano, uno de los principales productos de exportación del país, ha experimentado una desaceleración de sus ventas internacionales debido a los nuevos requisitos fitosanitarios exigidos por sus mercados de destino. Según Carlos Zamorano, director ejecutivo del Instituto Peruano del Espárrago y Hortalizas – IPEH, los principales mercados, Estados Unidos y Europa (en ese orden) nunca tuvieron exigencias hacia los exportadores hasta que la aparición de plagas activó la fumigación obligatoria para los despachos al mercado norteamericano.

Las consecuencias de este cambio de panorama han sido notables; de hecho, Perú ha perdido la primacía en la exportación de la hortaliza a Estados Unidos (lugar que ahora ocupa México) y, consecuentemente, a nivel mundial. A esto se le suman los ingentes costos del proceso de fumigación para los exportadores peruanos, que ha supuesto a la industria esparraguera 84 millones de dólares desde la instauración de la medida.

Además, para realizar la fumigación se tiene que cortar la cadena de frío, lo que le disminuye un 30% la vida útil del producto. Finalmente, ya que para pasar ese proceso debe enviarse en cajas abiertas de cinco kilos, se limita la posibilidad de hacer presentaciones con valor agregado. En definitiva, un conjunto de condiciones que ponen en amplia desventaja a Perú frente a México, país al que no se exige la fumigación.

Momento de cambio
Sin embargo, se podría haber llegado el pasado 2 de noviembre a un punto de inflexión, cuando entró en vigor la Resolución Directorial N 0002-2019-Minagri-Senasa-DSV, que establece los requisitos sanitarios y fitosanitarios para exportar espárragos frescos a Estados Unidos y los países de la Comunidad Europea. Los puntos clave exigidos ahí son la certificación de los lugares de producción, certificación de las instalaciones de procesamiento primario (empacadoras), certificación fitosanitaria de envíos y certificación de análisis de residuos de plaguicidas y metales pesados.

De las aproximadamente 26.000 hectáreas que habría en el país ya se encuentran certificadas 9.000 hectáreas gracias a una campaña liderada por el Ministerio de Agricultura y Riego. Con estas garantías, los mercados receptores tendrán la confianza de que el producto que reciben tiene poca prevalencia de plagas y muy bajos riesgos.

La idea, dice Zamorano, es que con estas nuevas condiciones en los tres o cuatro primeros meses del próximo año se pueda negociar con Estados Unidos la eliminación de la fumigación. Lograr ese objetivo tendría un impacto positivo enorme que se reflejaría en todos los mercados a los que se dirige la hortaliza peruana, además que ayudaría a ordenar los datos sobre el cultivo en nuestro territorio.

Con todo, el vocero del IPEH estima que este año las exportaciones de espárragos se mantendrán en un nivel de 500 millones de dólares.

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