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Benigno Chacón, presidente de la Asociación de Campesinos de Limón Indanza (ACLI), estuvo en Cuenca para reiterar su preocupación con lo que llama una intimidación a sus compañeros, tras los problemas suscitados en Nankintz, en el cantón San Juan Bosco, parroquia San Carlos Pananza, donde se asienta el proyecto minero del mismo nombre, que devino en la declaratoria del estado de excepción, mismo que la semana pasada fue ampliado por 30 días más, pese al pedido de los habitantes de que sea suspendido.
Según se ha explicado desde la parte oficialista, el decreto establece la movilización del personal de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas, para garantizar el orden interno en la provincia de Morona Santiago.
De acuerdo con la disposición, el Ministerio de Coordinación de Seguridad determinará la forma de aplicar esta medida, especialmente para garantizar plenamente la realización del proceso electoral en marca.
Temor
Chacón, manifestó que esta situación mantiene en zozobra a los habitantes, en la zona aledaña al proyecto minero; denunció que se ha generado una especie de persecución a las personas, entre las que se encuentra el vicepresidente de la ACLI, Manuel Peláez, quien ha sido llamado a la Fiscalía, a quien dice, se le acusa hasta de robo de ganado parte de un dirigente del GAD Parroquial de Pananza, quien pertenece al partido gobiernista.
“Creo que son represalias por haber estado organizando la marca en contra de la minería, justo antes de que se den los problemas en Nankintz; Manuel Peláez como dirigente estuvo haciendo la convocatoria, entregando las invitaciones, porque nuestras acciones son legales, con los permisos correspondientes”, expresó Fernando Mejía, dirigente de los campesinos, quien dice que son varias las acusaciones, todas provenientes de personas promineras, trabajadores de la empresa minera explocobres, a lo que considera maniobras que buscan hacer que la gente se intimide y deje de protestar.
Fuente: El Mercurio | ElProductor.com
