Cómo funciona la interacción entre enfermedades inmunosupresivas y respiratorias, como la anemia infecciosay bronquitis infecciosa aviar. Pautas para su control.

Las enfermedades en avicultura frecuentemente son multifactoriales. Estos complejos generalmente comienzan con un agente inmunosupresivo subclínico que da la puerta de entrada a una infección viral clínica, muchas veces de carácter respiratorio. Posteriormente si el cuadro clínico no es detectado de manera rápida ocurren contaminaciones bacterianas. Cuando los signos clínicos se presentan en un lote de aves hay que tener en mente que posiblemente se está frente a un “complejo”, habiendo factores etiológicos que no son tan evidentes pero que deben prevenirse a fin de controlar la patología.

En términos económicos muchas veces parece ineficiente controlar enfermedades que no presentan cuadro clínico, por ejemplo la anemia infecciosa aviar (CAV) o la enfermedad de la bolsa de Fabricio (IBDV) y es difícil justificar económicamente medidas que aminoran sus efectos subclínicos. Tradicionalmente lo que se hace es seguir pautas de vacunación tratando de prevenir cuadros clínicos y muy poco o nada se hace en cuanto a la evaluación del nivel de anticuerpos contra IBDV o CAV y la evaluación de las poblaciones de linfocitos en las bolsas o timos. Si esto no se hace es muy poco probable que la estrategia de vacunación usada rinda efectos y muchas veces cuadros subclínicos de inmunodeficiencia ocurren sin ser detectados.

Con el propósito de analizar esta problemática en profundidad me enfocaré en la interacción de CAV y bronquitis infecciosa de las aves (IBV), analizando desde un punto de vista práctico cómo podemos aminorar las pérdidas causadas por la interacción de estos patógenos.

Características del IBDV Y CAV

El IBV es un virus envuelto con cadena ARN, parte de la familia Coronaviridae, género Nidovirales. Es probablemente el virus endémico causante de mayores pérdidas en la industria avícola mundial. Además de ser un virus que causa enfermedad respiratoria alta ha sido asociado a problemas renales, intestinales y reproductivos. En parámetros productivos, parte de los efectos más importantes son bajas en la producción y reducción de la calidad de huevos, problemas en la conversión y decomisos en la planta de faenamiento.

Este virus de material genético ARN es altamente variable, cambiando constantemente sus antígenos de superficie. Es por esto que posee docenas de sero/genotipos, lo cual hace muy difícil su control y prevención ya que no existe protección cruzada. Además de diferentes serotipos también se pueden encontrar variantes que son propias de cada lugar geográfico y, dependiendo de su variabilidad, su control y prevención se hace más o menos complicado.

La anemia infecciosa aviar es causada por un virus ADN no envuelto de la familia Circoviridae, género Girovirus. Es un virus altamente persistente, distribuido ampliamente alrededor del mundo, que produce una enfermedad insidiosa y causa pérdidas económicas relevantes en la avicultura internacional debido a sus efectos clínicos, pero mayormente a los subclínicos.

Las pérdidas causadas por esta patología, que afecta clínicamente a pollitos entre dos y cuatro semanas, están asociadas a un incremento en la mortalidad, bajo rendimiento, menor uniformidad y mayores decomisos en la planta de faena. La base de la presentación subclínica es la inmunosupresión producto de depleción linfocitaria generalizada pero con mayores efectos en el timo de aves afectadas. La inmunodeficiencia causada por CAV se ha asociado a la presentación o aumento de la severidad de hepatitis por cuerpo de inclusión, coccidiosis, dermatitis gangrenosa, enfermedad infecciosa de la bolsa y bronquitis infecciosa de las aves.

Estudios realizados en l Universidad de Auburn, Alabama, en pollos comerciales han demostrado que brotes de enfermedades respiratorias, específicamente IBV, están muchas veces asociados a depleción linfocitaria. Un segundo estudio demostró la evidencia epidemiológica de la coexistencia de inmunodeficiencia causada por CAV y/o IBDV en aves cursando IBV. Pollos broiler enviados al laboratorio de diagnóstico por problemas respiratorios (322 casos desde 1997 a 2002) mostraron una alta correlación entre aislamiento de IBV y un reducido número de linfocitos tanto en la bolsa de Fabricio como en el timo, órganos blanco para IBDV y CAV respectivamente.

El incremento del score histopatológico de depleción linfocitaria en timos entre los días 30 y 40 de edad coincide con aislamientos de IBV en el laboratorio que mostraron un incremento entre los días 27 y 43 de edad de pollos broiler. Estos problemas usualmente se manifiestan clínicamente como aerosaculitis detectada en la planta de faenamiento, incrementando decomisos y pérdidas económicas para el productor.

En un análisis de pollos broilers decomisados como septicemia-toxemia en la planta de faena se encontró atrofia de bolsa de Fabricio y timo acompañado de atrofia y aplasia de la medula ósea. Estos resultados sugieren la existencia de enfermedades inmunosupresivas del tipo CAV o bien IBDV en pollos decomisados en plantas de faena.

Interacción de CAV Y IBV

Si nos enfocamos en el por qué de la interacción de CAV e IBV debemos detenernos en el órgano blanco de CAV, que es el timo. CAV afecta linfoblastos en la corteza del timo causando una inmunodeficiencia de linfocitos T. Los linfocitos T tienen a su cargo respuestas citotóxicas (destruyendo células infectadas por virus como el IBV) que son relevantes para la eliminación del IBV.

Por otro lado, también ha sido demostrado que CAV reduce la respuesta local en las mucosas, que es importante para eliminar el virus de IBV en la puerta de entrada a la mucosa nasal, ocular, etc. Como si esto no fuera suficiente, CAV también afecta la respuesta innata (no específica) limitando la destrucción del virus cuando entra al organismo del ave.

Por lo tanto, es muy importante tener una buena estrategia de control del virus CAV ya que ante la infección con IBV la signología clínica es mayor y su persistencia en el lote es más prolongada. Más aún, siendo las infecciones concomitantes por CAV e IBV comunes en pollos comerciales y tomando en consideración estudios básicos en IBV y su variación podemos señalar que es muy probable que estas co-infecciones contribuyan a la aparición de nuevos sero/genotipos de IBV.

La prevención y control de CAV está basado en la exposición de las reproductoras al virus CAV, esto puede hacerse bajo infección natural o bien usando vacunas. Uno de los problemas causados por la exposición natural es la desuniformidad de la respuesta en los lotes de reproductoras. En CAV basta con una sola reproductora con niveles de anticuerpos bajos para que el virus se transmita verticalmente afectando otros pollos de manera horizontal.

Tomando lo anterior en consideración, la vacunación de los lotes de reproductoras es el camino a seguir. Adicionalmente es muy importante y económicamente rentable investigar y entender la respuesta de parvadas de reproductoras a la vacunación o exposición contra virus inmunosupresivos, incluyendo CAV, a fin de entender el efecto de afecciones subclínicas en cuadros respiratorios en aves comerciales. Esto se puede hacer combinando estudios de histomorfometría e histopatología en bolsa de Fabricio y timo con títulos de anticuerpos por ELISA contra enfermedades como CAV e IBDV.

En conclusión, muchas de las patologías en avicultura se presentan en forma de complejos involucrando enfermedades inmunosupresivas y virus respiratorios. Un ejemplo de estos complejos son infecciones causadas por CAV e IBV.

Esta sinergia ha sido documentada en investigaciones y estudios epidemiológicos. La inmunosupresión causada por CAV es capaz de reducir respuestas específicas y no específicas en contra del virus de IBV.

Escrito por: Rodrigo Gallardo, Poultry Medecine Program, University of California, Davis.

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