Proporcionar un entorno adecuado no solo beneficia a los animales, mejorando su bienestar y productividad, sino que también facilita las tareas diarias del ganadero. Estos corrales necesitan unas mejoras esenciales, así como un mantenimiento para generar comodidad para los animales y evitar inconvenientes para los productores.

Para ser más puntuales, una de las mejoras que deben hacer los ganaderos cada determinado periodo de tiempo es ofrecer suficiente espacio para permitir que los bovinos se muevan cómodamente, pues la sobrepoblación puede aumentar el estrés y la agresión entre animales.

A esto hay que añadirle que estos corrales deben proporcionar áreas con sombra, especialmente en regiones con climas cálidos debido a que los bovinos buscan refugio del sol intenso para evitar el estrés por calor.

Ricardo Vásquez, miembro de la ganadería Vásquez Artavia, explica que el suelo del corral es un aspecto fundamental ya que debe ser antideslizante para prevenir lesiones de los animales. “Cuando un corral se está trabajando con ganado, estos se asustan y defecan. Muchas veces estas heces son muy liquidas, que, a parte de los orines, genera que los animales se resbalen”. (Lea en CONtexto ganaderoEl corral, una herramienta clave en el manejo del ganado)

En este orden de ideas, existen aspectos que el productor no debe dejar pasar como lo son los divisores y pasillos de los corrales, pues cuando se diseñan de forma adecuada, facilitan la separación de grupos de animales según sus necesidades y permiten un mejor manejo y transporte.

Según Vásquez, las divisiones se hacen “para separar los tipos de ganado dependiendo del trabajo que se quiera hacer”.

En estas separaciones se pueden incluir comederos o bebederos que sean tanto fijos como portátiles, para que los animales puedan alimentarse y beber agua durante su estancia en ese espacio.

Para que estas mejoras no salgan tan costosas para el productor, lo ideal es que se realicen inspecciones regulares para identificar daños, desgastes o elementos que requieran reparación, lo que puede ayudar a abordar problemas antes que se conviertan en grandes preocupaciones.

Una vez ya se encuentren inconvenientes irreparables en el corral, el productor debe planificar las renovaciones estratégicas según sus necesidades cambiantes de la operación ganadera que incluyan la expansión, actualización de equipos y mejoras en las instalaciones.

Finalmente, el productor que quiera potencializar su negocio y tenga la capacidad para implementar tecnologías modernas como sistemas automatizados, deben consultar con un experto que los asesore y garantice que sea una inversión efectiva.

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