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Investigadores de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, apoyados por fondos de la UE, han hallado una manera de utilizar algas en descomposición para producir en masa enquitreidos marinos, pequeños gusanos que se encuentran de forma natural en las algas en descomposición. Al tiempo, estos investigadores han demostrado que la alimentación con enquitreidos vivos puede aumentar las tasas de crecimiento de alevines de peces como el rodaballo, la platija o el conocido como pescado blanco hasta en un 200 % así como reducir la mortalidad general.
Hoy en día, la alimentación de los peces durante sus fases más tempranas se apoya básicamente en rotíferos y Artemia que deben enriquecerse con aceites de pescado o algas antes de su uso, lo que supone un proceso no sólo costoso y que requiere de mucho tiempo sino que la calidad nutricional de este tipo de piensos no se considera la óptima.
Son tres las razones que sostienen el uso de pequeños estos pequeños gusanos enquitreidos según el trabajo realizado en la Universidad de Aarhus: una composición de nutrientes ideal, ya que contienen un alto contenido de proteínas y lípidos y abundantes ácidos grasos omega-3 de cadena larga; el hecho de que pueden crecer de manera sostenible en un ambiente terrestre, sobre residuos orgánicos industriales, y reemplazar las fuentes de alimentos marinos, reduciendo así la presión pesquera; y que los productores acuícolas puedan posponer el destete hacia el alimento seco hasta que los peces sean lo suficientemente grandes como para utilizar este alimento de manera eficiente.
PRODUCCIÓN, EXTRACCIÓN Y UTILIDAD DE LOS ENQUITREIDOS COMO ALIMENTO
Con este proyecto apoyado por fondos comunitarios, los investigadores exploraron las condiciones óptimas de producción, desarrollaron procedimientos de extracción eficientes y probaron la utilidad de los enquitreidos como alimento para seis especies de peces cultivados.
En cuanto a las condiciones óptimas de producción de estos gusanos marinos, se determinó que experimentan la mayor tasa de crecimiento a temperaturas de 15-22 °C y una salinidad del sustrato entre 8 y 15 partes por billón. En pruebas de laboratorio, y utilizando como sustrato tierra para macetas mezclada con algas secas y rehumedecidas, se produjeron aproximadamente 90 g de biomasa por litro de sustrato cada tres meses. Al ampliarse a un nivel semiindustrial, el equipo logró alrededor de 200 g de biomasa fresca por cada 6 litros de sustrato cada dos meses con una mano de obra mínima y bajos costes de funcionamiento.
Por lo que respecta al proceso de extracción, los investigadores desarrollaron un procedimiento altamente eficiente (>90 % de eficiencia) basado en la extracción por calor. Los experimentos de laboratorio indicaron, asimismo, que los enquitreidos puede sintetizar ácidos grasos omega-3 esenciales de forma independiente, lo que los convierte en una valiosa fuente de proteínas para la alimentación de peces, con aproximadamente un 50% de proteína en peso seco.
Finalmente, en los ensayos con seis especies de peces de cultivo, se probó la utilidad de los enquitreidos vivos como alimento. El rodaballo, la platija y el pescado blanco crecieron significativamente mejor con gusanos vivos que con un alimento estándar. El fletán y la maragota crecieron igual de bien, aunque se determinó que el enquitreido no era un alimento vivo adecuado para la seriola.
Aunque pueden ser necesarias más inversiones y más investigación y concienciación para que los enquitreidos tengan el potencial impacto previsto por los investigadores, los resultados de este proyecto se ha considerado fundamentales para explorar cambios innovadores y sostenibles en la industria acuícola.
