La adecuada aplicación de probióticos en la dieta de los camarones de cultivo evita la utilización de antibióticos para el manejo de patógenos o enfermedades que generan consecuencias negativas en la salud de la población que los consume.

Este es el resultado de la investigación fue realizada por la Bióloga Norha Bolívar Ramírez, egresada de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Valle, como parte de su tesis de grado y dirigida por los profesores Germán Bolívar, Biólogo, Doctor en Biología, y Cristina Ramírez, Ingeniera de Alimentos y Doctora en Procesos de Biotecnología, ambos líderes del grupo de investigación en Microbiología y Biotecnología Aplicada de esta Universidad.

Las bacterias lácticas probióticas o probióticos, son organismos vivos que se encuentran en la naturaleza y que, al ser parte de la dieta de los camarones, mejoran su capacidad inmunológica natural y su capacidad de reacción sin dejar en sus cuerpos residuos perjudiciales para la salud.

Los probióticos se encuentran en los intestinos tanto de humanos como de animales y producen sustancias llamadas bacteriocinas que son proteínas de bajo peso molecular que actúan como antibióticos directamente sobre los patógenos.

El manejo de probióticos en acuicultura tiene un desarrollo de más de diez años en América Latina, siendo Cuba uno de los países pioneros en esta área investigativa, sin embargo, es la primera vez que se inoculan o “introducen” probióticos, extraídos de animales del Pacífico Colombiano, en la camaronina, alimento utilizado en la dieta de camarones blancos o litopenaeus vannamei que se crían en cautiverio.

Los camarones fueron desafiados con una bacteria oportunista llamada Pseudomonas aeruginosa que puede ser mortal para los camarones de cultivo desde sus etapas tempranas de postlarvas, juveniles y adultosEsta bacteria puede estar presente en el agua o en el polvo y afecta no sólo a los animales sino también a las personas.

Entre 300 investigaciones de estudiantes de diferentes países latinoamericanos, este trabajo obtuvo el reconocimiento en la categoría de “Mejor tesis de Pregrado 2008” en la II Reunión Internacional de Ciencias Marinas y XV Congreso Mejicano de Oceanografía, recientemente realizado en Ciudad Boca del Río de Veracruz, México. 

Antes de iniciar el trabajo de campo, se realizó una prueba in Vitro, en una caja de petri que está hecha de vidrio y que es usada generalmente para separar microorganismos.

A un cultivo puro de la bacteria Pseudomonas aeruginosa se le aplicó una gotita de cultivo puro activo de probióticos y se detectó un halo de inhibición muy fuerte frente a este patógeno. 

El trabajo de campo comenzó separando tres grupos de camarones blancos pequeños. Para observar la capacidad de reacción frente a la bacteria Pseudomonas aeruginosa, que fue el patógeno utilizado en la investigación, un primer grupo de larvas entre 10 y 20 días de nacidas, fue alimentado con probióticos en su dieta diaria.

Estos probióticos fueron extraídos de intestinos de animales del Pacífico Colombiano, pues han demostrado una alta eficiencia como controladores e inhibidores de patógenos; entre los probióticos utilizados en la investigación está la Cepa 20 identificada como Lactobacillus plantarum, un lactobacilo extraído de una especie de camarón. Existen otras cepas que han sido aisladas de peces y que también se utilizaron en este ensayo pero no son tan relevantes.

En condiciones asépticas, un cultivo puro de probióticos fue inoculado y mezclado en cantidades calculadas en la camaronina que se fermenta entre 12 y 24 horas para que las cepas crezcan y se desarrollen con vigor; luego se colocan en una estufa de secado a una temperatura no mayor de 35 grados centígrados pues mataría los probióticos.

El segundo grupo de prolarvas fue manejado con antibiótico para contrarrestar la acción de la bacteria y, finalmente, el último grupo no contó con ningún tratamiento.

El resultado fue contundente al comprobar, en esta población de camarones jóvenes, que los probióticos tienen un resultado tan eficiente como el de los antibióticos. Adicionalmente, se comprobó la efectividad de la adherencia dela Cepa 20 en el intestino como parte de la flora bacteriana de los camarones que fueron alimentados con este probiótico.

En los camarones, los probióticos cumplieron las funciones básicas de controlar e inhibir los patógenos y aumentar la capacidad de respuesta inmunológica. También se observó que el uso de probióticos mejora la capacidad de respuesta frente a virus como de la mancha blanca muy común en esta especie.

Está demostrado, sin embargo, que la capacidad inmunológica también se afecta por el stress al que pueden ser sometidos los camarones de cultivo. En la naturaleza ellos viven en la oscuridad del fondo del mar y las alteraciones en su hábitat inciden en su desarrollo.

Fuente: aupec.univalle.edu.co|ElProductor.com

 

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